El Instituto Técnico Agronómico Provincial (ITAP), dependiente de la Diputación Provincial de Albacete, ha organizado una jornada sobre el cultivo del almendro, que se celebrará el próximo 14 de junio en el Palacio de Congresos de la capital albaceteña, para analizar su expansión en la provincia, los problemas del cultivo y su rentabilidad.
Las jornadas están enfocadas tanto a los agricultores que ya disponen de explotaciones de almendros, para poner a sus disposición instrumentos y conocimientos que les sirvan para proteger sus cosechas, como a todos aquellos interesados por las posibilidades que ofrece este cultivo.
El vicepresidente de la Diputación, Agustín Moreno, ha subrayado, durante la presentación de la jornada, la importancia que este cultivo ha ido adquiriendo en los últimos años en la provincia. Es, ha incidido, un cultivo que tradicionalmente ha tenido un «carácter marginal», porque se ubicaba en terrenos de secano, de baja calidad y sin otras alternativas agronómicas, pero que tiene una gran importancia socioeconómica, al localizarse en comarcas deprimidas y de la sierra, suponiendo un ingreso adicional a las pequeñas rentas de los agricultores.
Moreno ha explicado que el creciente interés de muchos agricultores por el almendro se debe a la tendencia al alza en los precios que se viene registrando en los últimos años, alcanzando en la actualidad los 9 euros/kg de pepita, cuando hace unos años no superaba los 3 euros. Eso ha hecho, ha añadido, que el panorama agrícola de la provincia esté cambiando, al empezar a colonizar este cultivo suelos fértiles, con posibilidades de regadío y con carácter intensivo.
Un alternativa con un largo horizonte
El jefe de servicio de cultivos leñosos del ITAP, Fernando Mañas, ha asegurado que el almendro es una alternativa que tiene todavía un largo horizonte. Estima que aunque los precios actuales afectados por la reducción de almendra en Estados Unidos, como principal productor mundial, podrían bajar en un futuro, todavía habría un margen para la rentabilidad.
Mañas ha apuntado que el objetivo primordial de las jornadas “no es transformar en un experto en este cultivo al agricultor que asista a una sesión de un día, pero sí crear un foro de debate, conocer la opinión de expertos, tomar el pulso al sector y compartir las opiniones y los problemas de los agricultores con este cultivo”.
