Investigan un humedal que recuerda a las Tablas de Daimiel

En Alcázar de San Juan (Ciudad Real)

El Grupo de Investigación del Agua, en el que participan, principalmente, investigadores del Real Jardín Botánico y del Museo Nacional de Ciencias Naturales, ambos centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), está trabajando en un proyecto de recuperación ambiental del humedal ‘Junta de los Ríos’, ubicado en la confluencia de los ríos Gigüela y Záncara, en Alcázar de San Juan (Ciudad Real).

Los objetivos de este proyecto «son la reutilización y mejora de la calidad de las aguas procedentes de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Alcázar de San Juan para consolidar un antiguo humedal desecado y, mediante una gestión adecuada de la vegetación, garantizar un tratamiento complementario de las aguas que proceden de la depuradora», explica Santos Cirujano, científico del CSIC que desarrolla su labor en el Real Jardín Botánico.

Santos Cirujano destaca el valor ecológico de este humedal, con una importante variedad de aves en lo que a fauna se refiere, principalmente flamencos y patos, y con flora autóctona como carrizales, juncales y tarayes, por lo que considera «fundamental» mejorar la calidad de las aguas del humedal para que en el futuro ni la vegetación se vea afectada y se eviten enfermedades en los animales que, de forma permanente u ocasionalmente, lo visiten.

De hecho, según el científico del Real Jardín Botánico «con estas actuaciones se persigue, por un lado, recuperar el humedal que era una antigua zona patera con una elevada diversidad faunística y, por otro, evitar que las aguas que procedan de la EDAR y que ocasionalmente no tengan una calidad adecuada lleguen al río Gigüela y puedan desembocar en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel».  Precisamente, Santos Cirujano apunta a que el humedal recuerda ahora mismo a Las Tablas.

Las tablas del Záncara, también llamada ‘Junta de los Ríos’, tienen su origen en el desbordamiento de los ríos Gigüela y Záncara. En la actualidad y solamente en años muy favorables se llegan a inundar hasta 150 hectáreas después de una importante regresión en la superficie que, originalmente, ocupaba este humedal en los años sesenta más de 3.500 hectáreas.

La distinta naturaleza de los ríos que conforman esta tabla, aguas dulces el Záncara y saladas el Gigüela, dan lugar a un humedal de unas características muy peculiares sobre estos suelos, reflejándose principalmente en la vegetación «halofila» de gran interés botánico, aisladas en pequeñas formaciones en un entorno tan valioso y singular que permite la supervivencia de estas plantas, y constituye, a la vez, un hábitat esencial para una gran diversidad de aves.

En el proyecto, financiado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) y el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan, trabajan también Natalia Guerrero, del Real Jardín Botánico, y Ángel Rubio, del Museo Nacional de Ciencias Naturales, responsable de los análisis del agua del humedal. El proyecto de recuperación ambiental del humedal concluye en octubre, aunque el último trimestre se complementará con uno de depuración para mantener el agua limpia.

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