Cuando el campo todavía está en época de vendimia ya han saltado las primeras voces de alarma sobre la situación del olivar en Castilla-La Mancha, muy castigado por las faltas de lluvias que, de seguir así, podrían provocar una reducción de cosecha de hasta el 50%. En comarcas ciudadrealeñas como el Campo de Montiel o Montes Norte la aceituna se está cayendo del árbol debido al estrés hídrico y mucha de la que está en el olivar se encuentra muy seca, arrugada, con poco peso y grasa, escaso calibre o incluso negruzca.
Los productores coinciden en que si la lluvia no aparece en los próximos días la cosecha de oliva se verá muy mermada.
Esta situación ya se ha dado en la cosecha nacional de aceituna de mesa, que será la menor del último decenio debido a la falta de lluvias y a las altas temperaturas estivales.