La Indicación Geográfica Protegida Cordero Manchego ha iniciado hace escasos días una campaña de inspecciones en supermercados y carnicerías de Castilla-La Mancha para evitar el uso fraudulento de la marca «Cordero Manchego». Esta decisión ha sido adoptada por el Consejo Rector del Patronato de la IGP, reunido hace unos días.
Las inspecciones, que se realizarán por un periodo de seis meses por técnicos de la Indicación Geográfica Protegida «Cordero Manchego», serán comunicadas a la Consejería de Sanidad y Consumo del Gobierno de Castilla-La Mancha, que es el organismo competente para sancionar a los establecimientos que usen de manera fraudulenta esta marca protegida.
La IGP «Cordero Manchego» ha detectado que, en estas fechas navideñas cuando el consumo de esta carne se eleva, la importación de cordero de países europeos también se incrementa sustancialmente.
El precio y la calidad de la carne de cordero importada es menor que el de la raza autóctona «Cordero Manchego» pero, además, la IGP tiene que enfrentarse a que los supermercados y establecimientos carniceros usen la marca protegida «Cordero Manchego» en esa carne importada «cuyas características nada tienen que ver» con la raza autóctona de Castilla-La Mancha.
Este uso fraudulento de los comerciantes de «falso cordero manchego» tiene además otra vertiente por la cual pueden ser denunciados los establecimientos: la marca «Cordero Manchego» está registrada en la Oficina de Marcas y Patentes Europea.
Llamada a la responsabilidad y consejos a los consumidores
Por ello, la Indicación Geográfica Protegida «Cordero Manchego» llama a la responsabilidad de los comerciantes «para que no sean engañados por sus proveedores ni lleven a confusión a los consumidores», a quienes recomiendan que comprueben que el etiquetado es el correcto.
En este sentido, la IGP informa que la auténtica carne de «Cordero Manchego» debe llevar las siglas «CM» marcadas con un sello repetidamente tanto en paletillas como costillares o piernas. Esta marca «CM» de «Cordero Manchego» debe apreciarse incluso en el despiece o en la carne fileteada (en el canto de los filetes o chuletas).
Datos de caída del consumo
El consumo de carne de cordero se ha visto reducido a menos de un kilo y medio por habitante por año. Por ello, se está trabajando para ofrecer a los consumidores el producto «semielaborado», de forma que les resulte más atractivo y sencillo para consumir.
