Una bodega conquense, en un proyecto sobre oxígeno y vinificación

Bodegas y Viñedos Fontana, de Pedro Naharro (Cuenca)

Bodegas y Viñedos Fontana, de Pedro Naharro (Cuenca) participa en un proyecto de investigación sobre los efectos del oxígeno en el proceso de vinificación.

El Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) ha aprobado la financiación del proyecto de I+D GESTIREDOX “Estrategias de gestión del oxígeno como factor clave en la optimización de los procesos y mejora de la calidad de los vino”, en el marco del programa FEDER Interconecta destinado a financiar grandes proyectos nacionales de desarrollo experimental bajo el formato de la cooperación público-privada.

El objetivo de este proyecto de desarrollo experimental, que se llevará a cabo durante los próximos dos años con una inversión de más de un millón cien mil euros, es estudiar y conocer el papel del oxígeno en cada una de las etapas del proceso de elaboración del vino, desde las fases iniciales como son la vendimia y la fermentación hasta el embotellado, para garantizar una forma de vinificación que incremente  la calidad de vino.

El oxígeno es un compuesto clave en la calidad del vino ya que interviene de forma crucial desde el momento de cosecha hasta el consumo final del producto. El aporte de oxígeno al vino durante el proceso de elaboración sigue siendo todavía hoy uno de los puntos críticos de control en las diferentes etapas del proceso de vinificación, por eso, conocer la cantidad de oxígeno que necesita un tipo de vino en un momento determinado es uno de los grandes retos de la enología actual.

Junto a Fontana participan las Bodegas Barbadillo (Andalucía) y Adegas Valmiñor (Galicia). Además, junto a estas bodegas participa el centro de Investigación VITEC (Centro Tecnológico del Vino), localizado en Cataluña.

Con esta iniciativa se pretende optimizar la gestión de oxígeno durante todo el proceso de vinificación, desde la cosecha de la uva hasta el momento de consumo, todo ello con la finalidad de obtener un producto de gran calidad y, minimizar de esta forma los riesgos económicos que supone una mala gestión de este compuesto.

Como resultado del proyecto GESTIREDOX, cada bodega del consorcio podrá establecer sus protocolos de gestión de oxígeno en cada etapa, para cada variedad y tipo de vino, garantizando la ausencia de defectos, la estabilidad del vino y su máximo potencial organoléptico, además de maximizar la calidad del producto final en el momento de su consumo.

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