Frente al ecofascismo más empleo. Mª Ángeles Castellanos. Secretaria regional de Empleo y Políticas Sociales de CCOO CLM

Desde 1973 el 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente. La ONU estableció este día para concienciar y sensibilizar a la población mundial en temas ambientales, para conectar a las personas con la naturaleza, pero ¿cuándo nos hemos desconectado?

Realmente nunca, somos seres, nos guste o no, ecodependientes, somos parte de la naturaleza y dependemos de ella y, por tanto, si atentamos contra el medio ambiente atentamos contra la vida.

De manera individual nunca hemos desconectado de la naturaleza, el problema es que el sistema dentro del que desarrollamos nuestra existencia está en conflicto permanente con las personas y con los territorios. Es un sistema que vive de espaldas a los aspectos que hacen que la vida merezca la pena vivirse y ha puesto en el centro el valor monetario de las cosas.

CCOO señala que la maximización del beneficio económico como único objetivo choca frontalmente con un planeta de recursos finitos e imprescindibles para alcanzar dicho objetivo.

Con este escenario, el sindicato advierte que el ecofascismo, entendido como el mantenimiento de los privilegios materiales de las élites a costa de las necesidades y la salud del resto de personas, se cierne como una amenaza, tal vez no tan lejana.

En este contexto podemos encuadrar decisiones como la anunciada por Donald Trump de que Estados Unidos rompe con el Acuerdo de París contra el cambio climático. Lo hace desde la posición privilegiada de su país que envía parte de sus residuos tóxicos a países empobrecidos y lo justifica con dos grandes mentiras: el negacionismo del cambio climático (no sabemos si asesorado también por algún primo de Sevilla) y el negacionismo de alternativas sostenibles; y con la promesa de hacer América más grande, lo que supone un reduccionismo absoluto a la vara de medir del dinero que se ha convertido en la religión más universal.

El dinero de por sí no da calidad de vida, no hace que tengamos una vida que merezca ser vivida; la producción medida sólo en términos monetarios tampoco. Una economía que reduce lo económico a lo que tiene precio es una economía caníbal.

Pero no estamos en una situación terminal sin salida, ni tenemos que reinventar todo partiendo de cero, se ha investigado y escrito mucho sobre alternativas sostenibles que incluyen la creación de empleo.

Tenemos que volver a resituar a los seres humanos como parte de la naturaleza asumiendo la  ecodependencia y la vulnerabilidad  de la vida humana, así lo plantea el ecofeminismo, se trata de producir bienestar no beneficios.

A partir de aquí se plantean varias preguntas ¿Qué necesidades hay que cubrir? ¿Qué hace falta para cubrir esas necesidades? ¿Cuáles son los trabajos socialmente necesarios? En la respuesta a estas preguntas encontramos alternativas económicas que crean empleo, que son compatibles con el respeto a la naturaleza y que hacen que la vida merezca la pena ser vivida. Estas son algunas de nuestras propuestas:

– El cuidado de la vida humana en todas las etapas de la vida.

– La rehabilitación centrada en la eficiencia energética y la accesibilidad de edificios.

– El desarrollo urbanístico que tenga en cuenta las necesidades relacionadas con el sostenimiento de la vida y no con la producción.

– Las energías limpias.

– El desarrollo de la movilidad sostenible.

– El tratamiento y reducción de los residuos.

– La investigación.

– La producción de alimentos que no envenenen ni a las personas ni a la tierra.

– Trabajos alternativos al uso de herbicidas potencialmente cancerígenos

Muchas de estas actividades son intensivas en capital humano, por tanto, generadoras de más empleo. Y aunque asumir estos cambios requiere etapas de transición en las que hay que buscar soluciones para las personas que están ocupadas en actividades indeseables, a largo plazo, el desarrollo sostenible generador de empleo es posible y es la alternativa al ecofascismo y al colapso que algunos autores predicen si no actuamos antes.

CCOO recalca que el negacionismo es un argumento de las élites extractivas para intentar convencer al conjunto de la ciudadanía de que la única alternativa es la explotación. Y en esta lucha, como en todas en las que nos enfrentamos a estas élites, la unidad es imprescindible.

Mª Ángeles Castellanos. Secretaria regional de Empleo y Políticas Sociales de CCOO CLM

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