Crean una plataforma contra la instalación de macrogranjas de porcino

‘Stop macrogranjas’ inicia su andadura para frenar la expansión de estas instalaciones industriales en la provincia de Cuenca

Tras varias semanas de movilizaciones y recogidas de firmas por parte de vecinos de la provincia de Cuenca contra la instalación de macrogranjas de porcino en la provincia, se ha constituido la plataforma “Stop macrogranjas, pueblos vivos”.

De momento, se ha puesto al servicio de los afectados por las macrogranjas, a los que están a favor del mundo rural, que apoyan la ganadería extensiva y el desarrollo sostenible. En la Plataforma (de ámbito provincial) participan actualmente afectados de Cañete, Priego, Fuentes y Torrejóncillo del Rey, así como Ecologistas en Acción-Cuenca, si bien se espera la incorporación de más localidades según aparezcan nuevos proyectos. También han establecido contacto con plataformas similares en la provincia de Guadalajara.

Las consecuencias que más preocupan a los pobladores son la contaminación por nitratos de las aguas, los malos olores que generan los purines y el peligro de pérdida de empleo asociado al turismo cultural y de naturaleza y la hostelería, indican.

Las macrogranjas de porcino son instalaciones muy automatizadas. La plataforma, considera que la creación de un puesto de trabajo por cada explotación de porcino, no compensa la más que probable destrucción de puestos de trabajo en otros sectores.

Es el caso de la localidad de Cañete, muy turística por su entorno natural, y donde prevén que los malos olores harán que vengan cada vez menos, con la merma en los puestos de trabajo. Además, en la vega del río Mayor, justo donde se están iniciando los trabajos para construir la explotación, es una zona con mucha riqueza paisajística y donde existe un yacimiento arqueológico por estudiar y con un itinerario a pie marcado, lamentan.

La contaminación de las aguas es otro de los problemas, en Priego existe ya una macrogranja con 2.000 cerdos que generó malestar entre los vecinos por los malos olores. Ahora se ha solicitado una ampliación a 7.200 cerdos y otra explotación de otros 7.000 cerdos

La Plataforma recién creada, considera que el origen del problema son las ayudas económicas que, por primera vez, presta la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural a esta ganadería intensiva. La ayuda es del 65% de la inversión, con un máximo de 100.000 euros por puesto de trabajo. A esto se une, 27.000 más si la inversión lleva asociada un expediente de incorporación de joven agricultor. Sin estas subvenciones no existiría esta proliferación descontrolada de macrogranjas, apuntan.

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