Vendimia: 23.000 empleos, 400.000 jornadas y 20 millones en costes salariales

Un año más, viticultores y temporeros afrontan una nueva vendimia con diferencias salariales de 10 euros diarios entre unas y otras provincias, desde los 58,55 euros/día de Toledo a los 49,96 de Ciudad Real, pasando por los 55,21 de Albacete y los 52,13 de Cuenca

Según estimaciones de Comisiones Obreras, alrededor de 23.000 personas trabajarán este año en Castilla-La Mancha en la vendimia y cada una de ellas dedicará una media de 17 jornadas a la recogida de la uva, que este año ha comenzado antes de lo habitual y será también, según todas las previsiones, entre un 10% y un 13% inferior a la del año pasado.

Pese a ello, la vendimia volverá a requerir en Castilla-La Mancha unas 400.000 jornadas de trabajo, lo que supone un coste salarial directo en torno a los 20 millones de euros, más los correspondientes impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social.

Sin embargo, desde este sindicato lamentan que, un año más, viticultores y temporeros afrontan en Castilla-La Mancha la nueva vendimia con diferencias salariales de casi 10 euros diarios entre unas y otras provincias.

Ciudad Real, con más de un tercio del viñedo de la región, es la provincia que requerirá más trabajadores, al menos 10.000 -unas 175.000 jornadas. Albacete empleará a otras 5.000 personas (85.000 jornadas); y tanto en Toledo como en Cuenca harán falta unos 4.000 temporeros (70.000 jornadas en cada una de ambas provincias).

“Estas cifras ponen de manifiesto el importantísimo impacto laboral de la vendimia en Castilla-La Mancha”, por lo demás de sobra conocido; y sorprende y defrauda que el Plan Estratégico del sector vitivinícola que diseña el Gobierno regional no lo tenga en cuenta para nada”, denuncia Ángel León, secretario general de CCOO-Industria CLM.

Desde CCOO indican que en los últimos días se han publicado sendos artículos sobre la vendimia del consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, y de José María Fresneda, secretario general de ASAJA, y destacan que “ambos saben de lo que hablan y es lógico que coincidan en los datos, análisis e incluso en las reflexiones sobre el presente y el futuro sector, pero resulta decepcionante que ambos coincidan también en el olvido total de los trabajadores que van a vendimiar”.

Indican que con ASAJA se han mantenido varias reuniones encaminadas a negociar y acordar una regulación regional del trabajo agrario, pero actualmente hay cinco convenios provinciales, “y todos coincidimos en que no hay nada que justifique diferentes salarios y diferentes condiciones laborales entre trabajar en una finca de la provincia de Albacete o trabajar en otra finca limítrofe de Cuenca o de Ciudad Real”.

“Aquel primer encuentro fue cordial, encontramos receptividad y creímos que se abría camino para impulsar un futuro convenio regional del campo. Sin embargo, el secretario general de ASAJA nunca más volvió a mostrar ningún interés en el asunto, ni a responder de ninguna manera a nuestras demandas y propuestas”, afirman desde CCOO, que insisten en que seguirán buscando un espacio de interlocución con la organización agraria encaminado a tener una regulación regional.

Las diferencias salariales son “injustificables y perjudican tanto a viticultores como a trabajadores”, apuntan y confían en que en la próxima vendimia todos los temporeros cobren lo mismo por cada día de trabajo. En este sentido reconocen la posición positiva del consejero en relación a establecer un convenio regional del campo.

Pero en esta misma vendimia, la de 2017, hay que garantizar ya que los propietarios de explotaciones cumplan sus obligaciones legales en el plano laboral, destacan, ya que “no es de recibo, ni moral ni legalmente, que tras 20 días de trabajo, en muchas ocasiones con jornadas de 10 horas, se encuentre que las jornadas realmente declaradas sean dos o tres”.

Desde CCOO Industria CLM exigen a los viticultores la obligatoriedad de realizar los contratos y altas en la seguridad por las jornadas reales. Además, reclaman el apoyo de las organizaciones empresariales en esta tarea, indicando que “no es fácil, debido a la situación de necesidad y de debilidad de los temporeros, los mecanismos de contratación en las campañas agrícolas y la pervivencia del sistema especial agrario de la Seguridad Social, que abren todo un abanico de posibilidades, demasiado francas y fáciles, para la explotación de trabajadores y para defraudar a la seguridad social”.

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