Flamenco enano, presente en Alcázar (Ciudad Real), deja de ser rareza

Según el informe del Comité de Rarezas de SEO/BirdLife, dentro de la revista científica Ardeola

Foto Laguna Camino Villafranca (Turismo Alcázar de San Juan)

Una de las conclusiones obtenidas en el recién publicado informe del Comité de Rarezas de SEO/BirdLife, dentro de la revista científica Ardeola, son los cambios en los movimientos algunas aves calificadas como “raras”, quizá propiciados por el efecto de la subida de temperaturas a escala global. No hay que olvidar que las rarezas son especies o subespecies que se presentan sólo en contadas ocasiones en un ámbito geográfico determinado, al margen de su área de presencia habitual.

“Este fenómeno es apreciable en las especies de distribución africana, que parecen haber dado el salto a Europa a través del estrecho de Gibraltar gracias a los inviernos ibéricos más suaves”, explica Miguel Rouco, secretario del Comité de Rarezas. Una de ellas es el flamenco enano (Phoenicopterus minor). Su presencia, cada vez más frecuente en España, acreditada por numerosas citas a lo largo de los últimos años, ha llevado al Comité a dejar de considerarlo como rareza desde el año 2017.

Citas recientes

El último Informe de Rarezas, que recopila citas del año 2015, da cuenta de tres ejemplares adultos en la Laguna de Fuente de Piedra (Málaga) en abril. Pero también apariciones en Veta la Palma, en Doñana (Sevilla), donde se observaron nueve ejemplares en diversas fechas de enero y en abril. Más al norte, en la laguna del Camino de Villafranca, Alcázar de San Juan (Ciudad Real), se localizó un individuo en febrero. Todas ellas son citas acreditadas además con fotografías.

Estos ejemplares generalmente son observados junto a otros de flamenco común, de los que se diferencian por ser de menor tamaño, de ahí su nomenclatura “enano”, pero también más por ser más rosados y con el pico de tonalidad oscura.

En España desde 1966

El flamenco enano efectúa movimientos muy amplios, de naturaleza dispersiva o errática, por lo que, aunque son originales del sur del Sahara, son comunes sus citas en Marruecos, España y el sur de Francia, se cree que acompañando en sus migraciones a los flamencos comunes.

“En España se citó por vez primera en 1966, donde hay homologados en la Península 66 registros referentes a 123 ejemplares. En Canarias únicamente hay dos registros de dos aves, aunque hay bastantes citas más que no han llegado a remitirse para su homologación”, explica Rouco.

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