Los rostros de los afectados por “la trama del Segura”

Greenpeace afirma que el trasvase Tajo-Segura no era necesario y denuncia “Ilegalidades, ocultación de información, mediciones trucadas, robo de agua, trato de favor a grandes empresas”, etc

Foto Greenpeace

Greenpeace se pregunta ¿Qué ocurre con el agua en la cuenca del Segura? ¿Qué irregularidades se cometen? ¿Puede esta zona ser autosuficiente y vivir sin el agua del Tajo? ¿Es necesario el trasvase Tajo-Segura? ¿Existen desigualdades y privilegios en el acceso a este recurso?

La organización ambientalista recuerda que hace ya 10 años publicó el informe “El negocio del agua en la Cuenca del Segura”. En el mismo se demostraba como la mala gestión del agua y las irregularidades mantenían un falso mensaje de déficit hídrico.

Partiendo de ese estudio, Greenpeace ha realizado un nuevo informe que pretende ser un análisis de lo que ha cambiado desde entonces hasta hoy en la gestión y en el uso del agua en la cuenca del Segura: en qué se ha mejorado y en qué se ha empeorado en este último decenio; “y qué cosas nuevas sabemos hoy que mejoraría su gestión y su autosuficiencia hídrica para poder independizarse del caudal del Tajo”.

El título elegido para este nuevo trabajo es “La trama del agua en la Cuenca del Segura” que cree Greenpeace que encaja, “sin exageración”, en las dos acepciones que del concepto “trama” define la Real Academia de la Lengua Española: “conjunto de hilos que cruzados y enlazados con la urdimbre, forman una tela; y confabulación con la que se perjudica a alguien”

Mantiene Greenpeace que el trasvase Tajo-Segura fue un error que se ha intentado justificar con una “política hidráulica del país que se ha basado en ocultar ese grave error y perpetuar el modelo”. Para la organización, el trasvase Tajo-Segura “nació por una avidez de negocio de los poderes económicos del momento, más que por una necesidad real” y añade que “hubiera bastado utilizar los recursos renovables de los acuíferos para regar las mismas extensiones”.

Dice Greenpeace que “se han manipulado y ocultado sistemáticamente datos que justifiquen el trasvase y la idea de la escasez de agua ha sido repetida a modo de mantra por políticos, administraciones y medios de comunicación hasta ser grabado en el subconsciente de la ciudadanía”.

Los datos aportados por la organización ambientalista demuestran que la cuenca del Segura tiene entre 500 y 800 hm3 de recursos renovables más al año de los que la Administración reconoce. Es decir, “la cuenca del Segura no tiene déficit, incluso asumiendo las demandas que establece su vigente Plan Hidrológico para el horizonte de 2021 y sin contar con el agua procedente del trasvase Tajo-Segura”. Ello permitiría al Segura desengancharse del Tajo en un plazo máximo de 3 años.

Sin duda, afirman desde Greenpeace, “todo un reto y una oportunidad para dos de los ríos peninsulares más emblemáticos y castigados por la mala gestión de sus aguas”.

Los rostros de la “trama del Segura”

Greenpeace ha recabado los testimonios de varias personas afectadas por lo que denomina «trama del Segura». Y es que, asegura Marta San Román miembro de la organización, “son muchas las personas afectadas por la manipulación de las cifras del agua”.

Uno de esos testimonios es Guillermo Sánchez, agricultor y presidente plataforma de regantes y usuarios de la cabecera del Segura, quien asegura «todos conocemos en esta zona que hay unas personas a las que se les dice ‘los conseguidores’. Cuando a alguien se le llama así es porque consigue algo que normalmente, y por el cauce reglamentario, nadie lo consigue. Solo son capaces ellos. De hecho cobran comisiones altísimas, supuestamente. Pero todos sabemos que hay riegos establecidos que son ilegales”.

Carlos Sánchez, presidente de la comunidad de regantes de Elche de la Sierra (Albacete) asegura que cuando se viaja a Murcia “ves regadíos que antes no existían y que tienen agua, cuando tú, ahí en tu tierra ves que la gente no la tiene. Las plantaciones de leñosos se nos están secando porque no disponemos de ese agua mínima para poder mantenerlo cuando en otras zonas están ampliando regadíos además intensivos. Creemos que debería haber un estudio en condiciones y distribuir el agua, equitativamente. Lo único que pedimos es equidad. No queremos más que nadie, queremos solo equidad, que se nos dé el mismo trato que a todos los demás”.

También opina al respecto Tomás Sánchez Mateo, pequeño agricultor de la zona que incide en cómo tiene vecinos que no pueden cultivar “porque Confederación les está acribillando a multas, algunos están vendiendo… pequeños agricultores. Y sin embargo llegan empresas grandísimas a la zona a las que todos los días les está cayendo agua. Agua que nosotros hemos analizado y sabemos que es agua dulce. Ellos pueden pagarla, pero nosotros nos estamos arruinando”, recalca.

Tomás Sánchez asegura que no están en contra de las grandes empresas, “estamos en contra de que ley no se está aplicando a todos por igual. Tenemos que tener acceso al agua, si hay poca todos por igual y si hay mucha también. Y la administración que aplique la vara de medir y las leyes a todos por igual”.

No son los únicos testimonios que aporta Greenpeace. María Costa Cifuentes, presidenta de la Asociación de Mujeres Rurales afirma que “si tú te enfrentas a la gente del agua, te pueden cerrar el chorro y no riegas”. Ellos, añade, “tienen una llave y un mando para hacer y deshacer lo que quieran porque tienen el poder del agua”.

No dice la presidenta de la Asociación de Mujeres Rurales que el empresario no tenga derecho a vivir, ni los hijos del empresario, “pero mi hijo tiene el mismo derecho a vivir de sus tierras. Y su madre no va a parar. Y mi hijo lo sabe. No voy a parar de defender la tierra porque ya está bien de que nos manipulen y que nos roben”, afirma con contundencia.

Pedro Morales, agricultor de la zona asegura ser “víctima de un grupo de empresarios y del Ministerio que aprovechándose la infraestructura del trasvase Tajo Segura, haciendo elevaciones donde no tendrían que hacerse, amplían regadíos y le roban el agua a miles de ciudadanos”.

En su testimonio afirma que en una ocasión “muy cerca de aquí una noche que venía de una cena me amenazaron introduciéndome una pistola en la boca y diciéndome que si continuaban me iban a quitar del medio igual que le pasó a otra persona. No querían que yo denunciara lo que me había pasado en la administración y en los juzgados los daños que me habían causado”

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