La FEV pide estabilidad ante cosecha corta pero de gran calidad

La Federación Española del Vino cree que esta coyuntura de relativa escasez, se ha traducido en un aumento generalizado de los precios de abastecimiento en origen

La Federación Española del Vino (FEV) ha pedido estabilidad y visión a largo plazo ante una cosecha corta en todo el mundo pero de excepcional calidad.

Según los datos de estimación de cosecha de uva en Europa facilitados por el Grupo de Diálogo Civil “Vino” de la Comisión Europea, la caída de la producción de uva en Europa es superior al 14 % con respecto al último año y similar con respecto a la media de los últimos años. Un descenso que ha afectado a los principales países productores, con retrocesos del 21 % en Italia o del 18 % en Francia.

Para España, esos mismos datos oficiales cifran la disminución en un 17 % en relación al año pasado, aunque todo apunta a un mayor descenso con una previsión de 36 millones de hectólitros de vino y mosto, igualmente inferior a la media de los últimos 5 años. Datos similares, apuntan desde la FEV se ofrecen desde otros países productores no europeos.

A falta de conocer los datos definitivos para España, que confirmen estas estimaciones, concluye la FEV que ésta ha sido una vendimia particularmente corta, como consecuencia de la sequía prolongada en el tiempo y las heladas de finales de abril en las zonas del tercio norte peninsular. Pese a todo, indican desde la Federación, la calidad y condiciones sanitarias de la uva parece ser excepcional en la mayoría de regiones vitivinícolas.

Esta coyuntura de relativa escasez, se ha traducido en un aumento generalizado de los precios de abastecimiento en origen. Desde la FEV entienden que esta situación se reflejará en las operaciones y la oferta de producto terminado de la cosecha 2017 durante los próximos años, en un comportamiento coherente con la situación, pero hace un llamamiento a evitar sobresaltos bruscos “que puedan poner en peligro la rentabilidad del negocio en el medio y largo plazo, que es a la que, a nuestro entender, se debería enfocar el sector” .

Desde la FEV defienden que el objetivo del conjunto de los operadores incluidos en la cadena de valor del vino debe ser un incremento progresivo del valor del producto, tanto en el mercado nacional como en el internacional. Este crecimiento, dicen desde la Federación Española del Vino, “debe ser sostenido en el tiempo, equilibrado y basado en la mejora de la imagen y la calidad del producto y no debería vincularse a cuestiones coyunturales de escasez o abundancia”.

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