El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo ha manifestado su confianza en el sector vitivinícola castellano-manchego durante la presentación de los primeros vinos de 2018 elaborados en La Solana y amparados en la Denominación de Origen La Mancha junto al presidente del consejo regulador, Gregorio Martín Zarco y el alcalde, Luis Díaz Cacho.
Vinos jóvenes embotellados y procedentes de unas uvas de excelente calidad, recolectados en una campaña de vendimia muy corta que entrarán en un mercado en el que el “vino de Castilla-La Mancha se está vendiendo muy bien y esto repercute, al final, en la renta de los viticultores”.
Este incremento de precio es lo que más importa al Gobierno regional, “puesto que detrás hay 85.000 familias que viven directamente de la viticultura y dependen de que se hagan bien las cosas”. Todos, ha señalado Martínez Arroyo, las cooperativas y las bodegas particulares “defienden el producto de los viticultores en la cadena agroalimentaria” y, para ello, el consejero ha reiterado que “necesitamos grupos fuertes y promocionar como está haciendo la Denominación de Origen La Mancha”. En este sentido, ha calificado a la DO La Mancha como una “denominación de origen bandera de la región que nos representa en el mundo y hace que los municipios de Castilla-La Mancha lleguen a cualquier lugar del mundo en su etiqueta”.
Por último, ha insistido en la apuesta que ha realizado la Consejería de Agricultura por sus figuras de calidad y ha recordado la necesidad de acceso al agua de los agricultores por lo que ha instado al Gobierno central ha planificar “cuanto antes” en esta materia teniendo en cuenta a las comunidades autónomas.
