Agricultores y ganaderos, mejores pagadores de deudas que resto de sectores

Los agricultores y ganaderos deben casi el 70 % de su renta, pero son buenos pagadores, según Unión de Uniones

En 2016 el endeudamiento del sector agrario se situó en 17.815 millones de euros, un 6 % más que en 2015, mientras que en el conjunto de los sectores económicos bajo un 6,1%. Por el contrario, la morosidad de agricultores y ganaderos bajó a finales de 2016 a una tasa del 9,1 %; mientras en que los demás sectores era del 13,1 %.

Efectivamente, el endeudamiento del sector agrario se ha ido incrementando paulatinamente desde el año 2015 hasta prácticamente finales de 2016, de manera que el crédito total (saldo vivo vigente), a finales de 2016 era de 17.815 millones de euros, lo que representa el 66 % de la renta agraria total del sector, según el avance de 2016 del Ministerio hecho público este mes de diciembre.

La deuda de agricultores y ganaderos habría crecido, por lo tanto, un 6 % respecto de la que tenían en el cuarto trimestre de 2015.

Por su parte, el endeudamiento de la industria agroalimentaria, ha seguido aumentando en 2016, continuando con el cambio de tendencia registrado en 2015, al incrementarse el crédito en un 3,7% con respecto al año 2015, situándose en 20.062 millones. Esa cifra equivale al 70,6% de su VAB.

El sector agrario y agroalimentario representan respectivamente el 2,9% y el 3,3% del endeudamiento de las actividades económicas en España, cifra ligeramente superior a lo que le correspondería en orden a su peso económico.

Morosidad

Unión de Uniones señala también que agricultores y ganaderos son en términos generales mejores pagadores de sus deudas que el resto de sectores. En el mismo informe se cita que el año 2016 se cierra con una tasa de morosidad en el sector agrario del 9,1% y un crédito dudoso de 1.615 millones de euros. La agricultura ha mejorado las expectativas de pago de su deuda respecto al último trimestre de 2015, cuando la tasa de morosidad era del 10,2%, un punto porcentual mayor.

Para ese mismo año, la tasa de morosidad en la industria agroalimentaria ha disminuido de manera importante hasta situarse en el 6,4%, mientras que era del 8,2% en el 4º trimestre de 2015.

Unión de Uniones considera relevante señalar que la morosidad de agricultores y ganaderos es bastante inferior a la del resto de actividades económicas, cuya morosidad, a pesar de reducirse hasta el 13,1 % en el cuarto trimestre de 2016, supera el 9,1 % ya citado para el sector agrario. La mayor morosidad del resto de sectores se debe fundamentalmente a la construcción y sector inmobiliario.

Evolución en los últimos años.

En los períodos previos a la crisis, de expansión económica, el crédito al sector agrario creció en menor medida que el concedido a las demás actividades económicas, debido a la mayor estabilidad de la agricultura y la ganadería este sector frente al acelerado crecimiento de otros subsectores. El máximo endeudamiento del sector se alcanzó en el 3er trimestre de 2008, cuando alcanzó los 23.936 millones.

Con la llegada de la crisis, las entidades financieras restringieron su oferta, de manera que entre 2008 y 2014, el crédito al sector agrario cayó un 32,6 %, en niveles similares al conjunto de los sectores que experimentaron una reducción del 33,8 % en ese mismo período. La organización también subraya el hecho de que durante la fase más dura de la crisis, la industria agroalimentaria sólo redujo su crédito en el 20,7 %.

A partir de 2015 y hasta finales de 2016, puede observarse la recuperación del crédito, tanto para el sector agrario como para la industria alimentaria, aunque no ocurre lo mismo para el resto de actividades económica.

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