Reclaman planificación más justa de recursos hídricos para evitar discriminaciones

Cooperativas Agro-alimentarias asegura que es urgente la necesidad de que el Gobierno de Castilla-La Mancha defina, de forma consensuada con los agentes sociales e instituciones, un Plan Estratégico de Recursos Hídricos y despliegue una fuerte y eficiente acción política para desarrollarlo

Cooperativas Agro-alimentarias Castilla- La Mancha entiende que sólo a través del diálogo y la negociación entre el sector agroalimentario, las diferentes administraciones y los organismos de cuenca, será posible una coordinación y planificación adecuada que tenga en cuenta también las necesidades de sector agroalimentario de Castilla-La Mancha, «tantas veces relegado en las tomas de decisiones en materia hidráulica».

Aseguran que la situación en la región viene empeorando paulatinamente, ya que la falta de lluvias acentúa los problemas del sector derivados de la deficiente planificación «y del lesivo tratamiento que tiene nuestro territorio en materia de agua, respecto a otros a los que se les garantizan los recursos hídricos precisos e incluso se les realizan las infraestructuras necesarias». Aun así los niveles de los acuíferos subterráneos, inciden desde Cooperativas Agro-alimentarias, no han experimentado una bajada significativa.

El pasado 20 de diciembre, la Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Guadiana aprobó el plan de extracciones de aguas subterráneas de las masas de Mancha Occidental I, Mancha Occidental II y Rus Valdelobos estableciendo 2.000 m3/ha para herbáceos y 1.500 m3/ha para leñosos. Desde Cooperativas Agro-alimentarias valoran positivamente la rectificación que se ha realizado sobre la primera intención de reducir a 1.800 m3/ha la dotación de los cultivos herbáceos, que finalmente se ha fijado en 2.000 m3/ha, pero siguen considerando insuficientes dichas dotaciones para garantizar la viabilidad de muchas explotaciones.

Señalan también que se establecían nuevas restricciones a los regantes de las masas de agua Lillo-Quintanar, Consuegra-Villacañas y Sierra de Altomira, donde se acordó un régimen de extracciones para el 2018 de 2.200 en herbáceos y 1.500 m3/ha en leñosos. Estas masas tienen unas dotaciones reconocidas medias de 4.278 m3/ha, y dichas reducciones, apuntan desde Cooperativas, tienen un enorme impacto negativo en la economía de la zona, reduciéndose drásticamente la superficie productiva, ya que la agricultura hoy en día sin agua, en muchas comarcas, es prácticamente inviable.

Olvido de los responsables de la gestión hídrica

Para Cooperativas es claro el «olvido» que los responsables de la gestión hidrológica tienen con el sector agroalimentario castellano-manchego, porque estas restricciones se plantean cuando muchas de las campañas ya están programadas, contando con los recursos que estaban asegurados en el momento de iniciarlas y que luego se ven modificados de manera unilateral. «Esta forma de actuar tiene que acabar y tener en cuenta las consecuencias que tienen sobre el sector», recalcan.

Sorprenden, según Cooperativas, los argumentos del Presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, cuando justifica esta reducción «por un gesto de solidaridad de los regantes de aguas subterráneas frente a los de aguas superficiales, que cuentan con menos recursos». En realidad, opinan desde Cooperativas, «se trata de una simple y llana restricción de recursos que no va a repercutir en mejorar la situación del resto de regantes castellanomanchegos».

Cooperativas denuncia que en Castilla-La Mancha siempre se “imponga la solidaridad” del sector para proveer recursos a otras zonas, «y que esa solidaridad nunca invierta su sentido para ser, alguna vez nuestra región, la beneficiaria de la misma». Acciones como la activación de los pozos de sequía de la comarca de Hellín, trasvases o reducciones de caudales para que sean utilizados aguas abajo, vienen produciéndose de forma recurrente en la región, «que siempre se ve perjudicada».

Cultivos sociales

Castilla-La Mancha cuenta con cultivos sociales de los que depende un número importante de poblaciones que verán mermado su crecimiento por la falta de recursos hídricos y con los que no se va a ser en absoluto solidario por ese retroceso en la productividad de sus explotaciones.

Por otra parte, añaden desde Cooperativas, «la lentitud» de resolución de los expedientes de las solicitudes de concesiones de las explotaciones prioritarias del Plan Especial del Alto Guadiana, hace que se retrasen proyectos de incorporación de jóvenes a la agricultura o que se comiencen sin la certeza de que finalmente se consiga el agua suficiente para poder rentabilizar la explotación. «Urge solucionar estas situaciones y agilizar por todos los medios las resoluciones de esas solicitudes para que el sector productor no se paralice de manera indefinida», reclaman desde Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha.

El Gobierno de Castilla-La Mancha, inciden, debe definir, de forma consensuada, un Plan Estratégico de Recursos Hídricos y desarrollar con el apoyo de los agentes sociales e instituciones una fuerte y eficiente acción política para que las necesidades del sector agroalimentario castellano manchego estén garantizadas y cubiertas.

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