Cooperativas Agro-alimentarias urge a eliminación de limitaciones para estaciones servicio desatendidas

La organización cooperativa aplaude el informe publicado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) favorable a la existencia de esta actividad estratégica en la economía del sector

gasolinera

Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha reitera sus peticiones al gobierno de Castilla-La Mancha de eliminar la obligatoriedad de disponer de personal en las estaciones de servicio para atender a los usuarios y que se eliminen las limitaciones impuestas a las cooperativas agrarias para la distribución de combustible. De esta manera, se suma al rechazo de dichas medidas plasmado en el informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), en contra unas medidas que limitan la actividad de las estaciones de servicio desatendidas y se posiciona a favor de eliminar las trabas que impiden la actuación libre del mercado.

La imposición de disponer de un mínimo de una persona que atienda en dichas estaciones coarta, dice Cooperativas Agro-alimentarias, el libre ejercicio de las cooperativas agrarias de suministro de combustibles «y limita la libre elección de los consumidores, por lo que se perjudica en último lugar el interés general».

Desde Cooperativas Agro-alimentarias CLM se considera de “urgente necesidad” la eliminación de las limitaciones para el suministro al por menor de carburantes y combustibles de automoción en instalaciones de venta al público, de manera que las cooperativas puedan seguir prestando el servicio de distribución de carburante en condiciones económicas y competitivas, como así lo ha transmitido a las Consejerías de Sanidad y Fomento de Castilla-La Mancha.

El peso del sector en la región

Cooperativas Agro-alimentarias CLM cuenta con 112 cooperativas censadas que distribuyen carburantes al por menor y que a lo largo de un año intermedian en casi 110 millones de litros de Gasóleo A de automoción y más de 125 millones de litros de Gasóleo B para uso agrícola. Eso, aseguran, permite la mejora de la competitividad de las explotaciones agrarias, facilitando a los socios la adquisición más barata de los suministros agrarios más habituales y favoreciendo la libre competencia en la intermediación y la comercialización de dichos inputs en el medio rural.

En prácticamente todas las comunidades autónomas, apuntan desde Cooperativas Agro-alimentarias, la regulación, lejos de impedir el emprendimiento de este tipo de negocios, los fomenta, «pues este tipo estaciones de servicio pretende ocupar la cuota de mercado de aquellos clientes que lo que principalmente les preocupa es el precio del producto y no tanto la comodidad del suministro atendido tradicional que es, igualmente, otro modelo de gestión respetable y legítimo». Además, añaden, se permite reducir el precio de venta de los carburantes y aumentar los puntos de venta, sobre todo en municipios pequeños y alejados, «dando más libertad para optar por cualquier otro modelo de gestión de una unidad de suministro».

Las cooperativas agrarias, dicen también, han demostrado desde hace años que saben realizar una gestión «ordenada y eficaz» de sus actividades cooperativizadas, alejándose de «burbujas y tentaciones especulativas». Ello ha permitido recibir de las administraciones públicas un tratamiento diferenciado positivamente que se han plasmado en diferentes normas sustantivas, fiscales, laborales y, también, en su participación en el negocio de distribución al por menor de carburantes reconociéndoles su legitimación activa en esta actividad, tanto en la Ley de Cooperativas, como en la Ley de Régimen Fiscal de Cooperativas y especialmente en la legislación específica del sector de hidrocarburos.

El informe de la CNMC a favor de la postura cooperativa

El informe realizado por la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia(CNMC) analiza los modelos que imperan en el entorno europeo. Además de comprobar que el elevado grado de implementación de este tipo de estaciones, en Dinamarca llega al 65% y en Holanda al 23%, no ha originado mayores riesgos para la seguridad, se ha podido constatar una reducción en los precios de los combustibles. También resalta especialmente la CNMC, destacan desde Cooperativas Agro-alimentarias, la inexistencia de incidentes en el suministro por estaciones de servicio desatendidas de cooperativas.

Del mismo modo, y especialmente relevante para Cooperativas Agro-alimentarias de España, la CNMC analiza las diferentes limitaciones que se imponen a las cooperativas agrarias a la hora de distribuir combustibles. Así, y con respecto a la impuesta limitación cuantitativa de combustible que les afecta, -no suministrar más del 50% del volumen a no cooperativistas- la CNMC insiste en que dicha diferenciación ni atiende a criterios económicos y menos aún de seguridad en el suministro.

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