Vicente Marqueta, técnico de la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos (APAG) de Guadalajara, ha realizado su periódico análisis del mercado de los cereales, destacando una tendencia generalizada a la baja de los precios.
Marqueta se muestra “escéptico” a los movimientos tan bruscos del mercado como consecuencia de noticias o acuerdos políticos.
Señala que el grano ucraniano se libera, se empezará a embarcar trigo del mar Negro hasta ahora bloqueado porque lo dice la ONU, Turquía, Rusia y Ucrania. ¿De quien es el grano? ¿Quién es el dueño de la mercancía? ¿Quién lo asegura, embarcar y transporta?
Razones humanitarias pero muy difícil de ejecutar. Ucrania y sus vías de transporte y puertos de embarque están devastados y la guerra sigue, por tanto, esta noticia huele a «vendamos humo». Mientras tanto China compra trigo a Europa.
La única fuerza bajista es que “nos creemos que los stocks están disponibles más que de sobra; nos creemos que empieza a ver debilidad en la demanda. Nos creemos que el efecto climático julio-agosto (que siempre proyecta sobre el potencial de rendimiento de soja y maíz estadounidense es real); nos creemos las hectáreas declaradas de ambos cultivos; nos creemos que la debilidad del euro nos traerá bajadas o la subida de tipos de interés; la desaceleración de la economía…
Así, “todos están a la desesperada por bajar precios y controlar la inflación, eso es lo único cierto. Ya veremos si ocurre igual con los fertilizantes y el gas rusos cuando los necesitemos en otoño- invierno”.
Sea como fuere, la volatilidad sigue siendo “insoportable” pero con marcada tendencia bajista y volviendo a los niveles de precios pre-bélicos.
