Lugo (EFEAGRO). El Sindicato Labrego Galego (SLG) y la Federación Rural Galega (Fruga) han denunciado que varias bodegas de la Ribeira Sacra ya han empezado a enviar cartas o efectuar llamadas a los viticultores en las que advierten que no recogerán uva durante la próxima vendimia a causa de los excedentes acumulados.
En el caso del SLG, aseguran que este hecho confirma “el peor de los presagios” y exigen responsabilidades a la conselleira de Medio Rural, María José Gómez, que “se había comprometido a anunciar durante la presente semana las primeras medidas para atajar la crisis de excedentes” en la comarca, indican.
Crisis
Una “crisis”, señalan desde el sindicato, que “amenaza con llevarse por delante a cientos de pequeños y medianos viticultores” y provocará “un impacto sin precedentes en la cultura vitivinícola de la zona”.
El SLG denuncia que “desde que saltó la alarma de una posible crisis de excedentes, la Xunta de Galicia intentó restar importancia a sus consecuencias” fiando “el equilibrio final entre oferta y demanda al procedimiento de destilación de crisis”.
“A día de hoy tenemos la impresión de que hace ya bastantes semanas que la Conselleira sabe que esta medida no se va a activar, pero desconocemos si por falta de creatividad o de ganas de trabajar, tampoco asumió su responsabilidad de pensar en una alternativa”, lamentan desde el sindicato, que pide la convocatoria urgente de “una mesa de trabajo” y “proporcionar a los agentes del sector toda la información disponible”, con el fin de “elaborar conjuntamente un plan de choque que permita salvar de alguna manera la campaña”.
Por su parte, desde Fruga también solicitan a la conselleira “que convoque de modo urgente a todos los sectores implicados” para “buscar una solución a este problema que se viene anunciando desde ya hace unos días” y que “parece que se agrava cuanto más nos acercamos a las fechas de la vendimia”.
El colectivo rural asegura que, por estas fechas, “asistimos siempre a los mismos movimientos por parte de la industria, aduciendo a que aún tienen vino en bodega y que tienen excedentes”, unas “amenazas” que “tienen como objetivo provocar nerviosismo e incertidumbre entre el sector productor”, ya que “una vez la uva entra en su grado óptimo de maduración hay que recogerla”, al tratarse de “un producto perecedero” que “no puede esperar”.
«Amenazas»
“Estas amenazas tienen un fin concreto, que no es otro que provocar una bajada del precio del kilo de uva”, señalan, por lo que piden que se pague la materia prima “a unos precios justos que cubran los costes de producción”, tal y como “especifica la Ley de la Cadena Alimentaria”, mediante el “establecimiento de contratos homologados donde se fijen compromisos de precio y recogida del producto”.
En este sentido, desde Fruga lamentan que la “consellería del ramo” está “ausente, echando balones fuera” con el “argumento” de que “no puede intervenir en el mercado”.
“A estas alturas no sabemos cómo debemos interpretar esta actitud, si será por favorecer al sector industrial, si es que pasa del sector productor, o si es que no tiene idea del problema que existe”, critican desde el colectivo agrario.
“En cualquiera de los casos, el asunto es grave”, indican desde Fruga, y señalan que “una conselleira no debe servir exclusivamente para estar presente en inauguraciones y asistir a saraos”.























