EFEAGRO. El sector agroalimentario español contiene el aliento ante la posibilidad de que mañana se concreten los aranceles anunciados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que pueden afectar las exportaciones a ese país.
Trump ha avanzado que este miércoles impondrá aranceles a los países que, según Washington, mantienen barreras comerciales contra los productos y servicios estadounidenses, incluido uno del 25 % a las importaciones de productos agrícolas.
A la espera de que se materialicen esas amenazas, la Unión Europea (UE) ha asegurado que tiene «el poder para contraatacar» con un plan «sólido» de contramedidas, si bien el principal objetivo sigue siendo lograr una «solución negociada».
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha subrayado que defenderá «con firmeza» los productos agroalimentarios españoles en EEUU, mientras que la patronal de la industria alimentaria FIAB ha alertado del daño «muy grande» que pueden suponer los aranceles de Trump para las empresas del sector.
El principal destino fuera de Europa
EEUU es el primer destino fuera de Europa para los alimentos y bebidas españoles, con ventas por 3.500 millones de euros, y el séptimo socio comercial.
Entre las exportaciones destacan las del aceite de oliva, con ventas por valor de alrededor de mil millones de euros, seguidas del vino (335 millones), la aceituna de mesa (200 millones), moluscos congelados (84 millones) y productos hortícolas (74 millones), según datos de 2024.
Los exportadores de aceite de oliva se han mostrado en contra de los aranceles de cualquier tipo, que en caso de introducirse afectarían también a los consumidores estadounidenses por el aumento de los precios.
El sector del vino ha insistido en la necesidad de que Bruselas y Washington se sienten a negociar ante la posibilidad de que este producto se convierta en objeto de represalias comerciales y quede fuera del mercado estadounidense.
En marzo pasado, Trump amenazó con imponer aranceles del 200 % al vino y al resto de bebidas alcohólicas procedentes de la UE en respuesta a los planes de Bruselas de gravar las importaciones de whisky estadounidense.
La Comisión Europea tiene previsto aplicar a partir de mediados de abril aranceles graduales sobre importaciones de productos estadounidenses valorados en 26.000 millones de euros, después de que Washington impusiera gravámenes a las importaciones de acero y aluminio.
En un contexto de tensiones geopolíticas, las empresas españolas se enfrentan a la difícil tarea de buscar destinos alternativos a Estados Unidos y aprovechar las oportunidades que ofrecen -por ejemplo- China y Latinoamérica (Mercosur).
Otros precedentes
El sector agroalimentario ya sufrió en 2019 la imposición de aranceles adicionales por parte de la primera Administración de Trump contra 113 productos españoles por cerca de 7.000 millones de euros a raíz de la disputa con la UE por los subsidios a los gigantes aeronáuticos Airbus y Boeing.
Aunque los aranceles fueron suspendidos en 2021 durante cinco años, todavía está pendiente su eliminación definitiva y siguen vigentes los aplicados a la aceituna negra de mesa.
La aceituna negra de mesa española tiene desde 2018 un arancel del 35 % (en algunos casos reducido al 31 %) por otro litigio ligado a las subvenciones comunitarias por supuesta competencia desleal, lo que ha causado pérdidas de más de 280 millones de euros, según la patronal del sector Asemesa.
En 2023, la Comisión Europea llevó de nuevo a EEUU ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), que reabrió el contencioso después de que Washington se resistiera a eliminar dicho arancel, en contra de un primer fallo de la OMC.