Vender una finca rústica puede parecer una tarea sencilla, pero en la práctica, muchos propietarios cometen errores que retrasan la venta, bajan el precio o generan problemas legales, según señalan desde el portal especializado Fincalista.
Ya sea una finca agrícola, ganadera, de recreo o de caza, hay pasos clave que no se deben pasar por alto si se quiere una venta rápida, segura y rentable.
No tener la documentación en regla
Error: Muchos propietarios inician el proceso sin revisar si la finca está correctamente escriturada, registrada o libre de cargas. También es común que no coincidan los datos del catastro con la realidad.
Cómo evitarlo: Antes de anunciar la finca, asegurarse de tener:
-Escritura y nota simple del registro actualizada.
-Certificación catastral descriptiva y gráfica.
-Referencia catastral correcta.
Información sobre servidumbres, cargas o limitaciones
-Si hay vivienda: CEE (certificado energético), licencia, etc.
-Un comprador serio lo pedirá todo. Ir preparado dará ventaja.
-Desconocer el valor real de la finca
Error: Muchos propietarios sobrevaloran su finca por apego emocional o, por el contrario, la infravaloran por desconocimiento del mercado.
Cómo evitarlo: Solicitar una valoración profesional teniendo en cuenta:
-Ubicación y accesos
-Disponibilidad de agua y recursos naturales.
-Superficie y aprovechamiento (cultivos, pastos, caza, regadío…).
-Posibilidades constructivas o turísticas.
-Estado de las edificaciones (si las hay).
Un precio justo acelera las visitas y facilita la negociación.
Publicar sin preparar la finca
Error: Anunciar una finca sin hacer un mínimo esfuerzo en presentación: campos descuidados, fotos borrosas, instalaciones sin limpiar, caminos intransitables, etc.
Cómo evitarlo: Hacer una puesta a punto antes de ponerla a la venta:
-Limpiar accesos, arregla cercas o portones.
-Si hay casa: ordenar, ventilar y despejar espacios.
-Sacar buenas fotos con luz natural y perspectiva.
Destacar puntos fuertes: vistas, agua, olivos, viñedos, etc.
Primera impresión = visitas aseguradas.
No definir el uso legal del suelo.
Error: Anunciar una finca sin tener claro qué se puede hacer en ella. Muchos compradores quieren saber si pueden construir, ampliar o explotar el terreno.
Cómo evitarlo: Consultar en el ayuntamiento correspondiente:
-Clasificación del suelo (rústico, protegido, forestal, etc.).
-Usos permitidos y limitaciones urbanísticas.
-Normativa autonómica o planes territoriales.
-Ofrecer esta información por adelantado transmite confianza y seriedad.
Ignorar la fiscalidad de la venta
Error: Vender sin conocer los impuestos o retenciones que se deben pagar, lo que puede generar sorpresas desagradables.
Cómo evitarlo: Informarse con antelación sobre:
-IRPF por ganancia patrimonial.
-Plusvalía municipal (si aplica).
-ITP o IVA según el tipo de comprador y finca.
-Retenciones si hay usufructos, herencias o cotitularidad.
Asesorarse con un profesional fiscal o gestor agrario
Vender una finca no es como vender una casa en ciudad. Requiere conocimiento del terreno, de la normativa y del tipo de comprador que buscas atraer.
Evitar estos errores ahorrará tiempo, dinero y preocupaciones. Y sobre todo, ayudará a cerrar una venta satisfactoria, segura y al precio justo.