Vicente Marqueta, técnico de la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos (APAG) de Guadalajara, ha realizado su análisis periódico del mercado de los cereales, destacando que agosto no suele ser un mes especialmente alcista para los precios, sobre todo, cuando la cosecha nacional se sitúa por encima de la media.
Si los precios no bajan más es en gran medida por la retención de mercancía de los originadores y la escasez de grano en los puertos.
La resistencia de precio a nivel nacional choca frontalmente con la bajada continuada de la cotización de futuros que se negocian tanto en Chicago como en Matif.
Ahora bien, empieza a vislumbrarse un aumento de la oferta frente a la demanda y con la llegada de mercancía de importación a partir de agosto/septiembre con bajadas pronunciadas para maíz y trigo. Mientras que la cebada tendrá que competir con bajadas para ser interesante en la formulación de pienso.
La soja tampoco aporta fundamento para una escalada alcista pronunciada y su precio está en mínimos históricos y nada parece alarmante.
Mercado internacional
A nivel internacional, se justifica el sentimiento bajista por unas estimaciones de cosechas holgadas.
Los stocks mundiales no están en retroceso y tampoco hay amenazas visibles sobre escasez de oferta. Lo que si que hay, al igual que en España, es retención de mercancía.
Brasil tendrá maíz y soja para ofrecer al mercado en cantidades nunca vistas. EEUU también goza en lo climático de excelente salud para la oferta y en Francia se recuperan de la nefasta cosecha del año pasado.
Habrá que esperar al informe WASDE, del próximo 12 de agosto, para conocer posibles correcciones para la oferta y demanda. Aunque el mercado no espera grandes sorpresas.
Fondos especulativos
Los fondos especulativos siguen apostando por posiciones cortas y hasta octubre no se producirán cambios importantes. No obstante, hay que monitorizar el mercado para ir conociendo con algo más de certeza las producciones de maíz para el hemisferio norte (EE.UU, Ucrania, Francia o China).
En resumen, Rusia, Ucrania, Francia, Rumanía o Bulgaria tendrán trigo suficiente para dar al mercado, y Brasil y Argentina, maíz y soja por un tubo. Otra cosa será su disponibilidad.