ASAJA Jaén recuerda en su web que los riesgos para la salud del aplicador de productos fitosanitarios aumentan en verano debido a que el calor y la sudoración producen deshidratación.
Por ello, desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF insisten en el uso adecuado de los EPI (Equipos de Protección Individual) adecuados, como guantes, mono impermeable, gafas, filtro antiquímico y calzado cerrado.
Este uso complementado con descansos a la sombra y agua fresca, ayudan a evitar riesgos. Además, es recomendable ajustar horarios de aplicación a las primeras horas del día o al atardecer.
Garantizar la seguridad del profesional no solo cumple la normativa, sino que previene accidentes y promueve un ambiente laboral saludable, destacan.