Ante la epidemia de lengua azul que afecta a la cabaña de ganado ovino, Unión de Castilla-La Mancha ha pedido el establecimiento de una serie de medidas que consideran idóneas tanto para ayudar a evitar la extensión del virus, como para la recuperación económica del ganadero.
MER (Materiales Específicos de Riesgo)
Entre las medidas están la supresión de la recogida de los cadáveres por el camión de los MER (Materiales Específicos de Riesgo), para evitar que este traslade el virus por toda la geografía regional. Como alternativa, se permita el enterramiento con adición de cal viva. Esto ya se hizo en su día con la brucelosis y dio buenos resultados, apuntan desde la organización agraria.
Otra propuesta es que en áreas de necrófagas se permita arrojar los cadáveres para que sean consumidos por estas aves, “ya que está demostrado que lo que cae en el estómago de un buitre desaparece, sea el tipo de virus o de bacteria que sea, siendo una forma que la naturaleza tiene para destruir enfermedades infecciosas”.
También demandan que los módulos del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) para explotación ovina se pongan a tipo cero durante este año fiscal y el siguiente.
Piden además que se exima del cumplimiento de densidades ganaderas para los pastos en todas las explotaciones ovinas de la región en las dos próximas campañas, ya que el incumplimiento para la PAC (Política Agraria Común) y los ecorregímenes se debería a fuerza mayor.
Vacunas de la lengua azul
De cara a la próxima primavera, solicitan la creación de una dotación suficiente de vacunas de la lengua azul de todos y cada uno de los serotipos existentes y posibles y que se ofrezca gratuitamente a los ganaderos.
Dado que los cérvidos son portadores y transmisores de la enfermedad demandan que se realice un muestreo para averiguar el grado de prevalencia.
