La cosecha de almendra en Granada encara su recta final con resultados similares a 2024

Con precios entre 5 y 6 euros/kilo

almendra

La cosecha de la almendra en la provincia de Granada, iniciada a finales de agosto, entra en su última fase y concluirá entre finales de septiembre y principios de octubre. La campaña arrancó con buenas expectativas, registrándose rendimientos de hasta 1.000 kg/ha en las explotaciones más productivas y en torno a 600 kg/ha de media en la zona norte (Guadix, Baza y Húescar), la de mayor superficie de almendros y volumen.

Sin embargo, en las zonas altas como Alhama y en el sur de la provincia (Valle de Lecrín, Nigüelas, Dúrcal y Padul), la cosecha ya se preveía media-baja.

Las estimaciones iniciales apuntaban a una producción superior a las 35.000 toneladas en cáscara (10.500 en pepita), una cifra cercana a la media registrada entre 2020 y 2023. Finalmente, la campaña podría cerrar en niveles próximos a las 28.394 t de 2024 (≈ 8.500 t en pepita) o incluso por debajo. Entre los factores condicionantes de la merma prevista destacan las heladas, las lluvias tardías que lavaron la flor, las olas de calor y la avispilla del almendro.

Precios

En el plano económico, los precios están ofreciendo cierto alivio a los productores, situándose en una horquilla de entre 5 y 6 €/kg. La diferencia entre la almendra convencional y la ecológica ha sido mínima en esta campaña.

Avispilla del almendro

El Servicio de Sanidad Vegetal alertó en abril de 2024 de su presencia en la provincia. Un año después, la Junta de Andalucía la declaró plaga oficialmente mediante resolución publicada en el BOJA el 15 de abril de 2025, con medidas fitosanitarias de obligado cumplimiento.

La plaga se ha localizado en un área de influencia de unas 5.000 ha en los municipios de Orce y Huéscar, aunque las pérdidas directas se concentran en unas 2.000 ha. En estas parcelas, el daño es muy elevado, con pérdidas del 60% al 90%. El insecto, afortunadamente, presenta capacidad de dispersión limitada y no incide por igual en todas las variedades, concentrándose en cáscara blanda y brotación tardía.

La estrategia de control se basa en medidas preventivasdestrucción de frutos dañados en copa o suelo, limpieza de equipos y restricción/prohibición de traslados desde zonas infestadas—, además de la aplicación de fitosanitarios autorizados por el MAPA. En ecológico se emplean piretrinas naturales y aceite de parafina; en convencional, lambda cihalotrin y spirotetramat.

ASAJA Granada advierte que los productos autorizados en ecológico no son suficientemente eficaces y, respecto a los convencionales, solicita autorizar su uso también en 2026. Asimismo, plantea a la Administración autonómica permitir excepcionalmente en parcelas ecológicas afectadas el uso de materias activas convencionales, manteniendo el cobro de ayudas agroambientales de la PAC, aunque suponga la salida de la vía ecológica y un nuevo periodo de conversión.

Por último, subraya que los agricultores están cumpliendo con las medidas de control obligatorias, y recuerda que la responsabilidad no recae únicamente en los productores: reclama a la Administración actuar también sobre almendros en dominio público (cunetas y caminos) para evitar reservorios de la avispilla si no se tratan adecuadamente.

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