ASAJA Ávila, Segovia y Valladolid denuncian con la máxima contundencia la situación de “emergencia” que viven los cerealistas de Castilla y León y de España.
Cereal de Ucrania
La avalancha de cereal importado -fundamentalmente procedente de Ucrania- está hundiendo los precios en origen y empujando a miles de explotaciones familiares a la ruina, mientras el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y la Consejería de Agricultura de la Junta de Castilla y León mantienen una “inaceptable pasividad” en fronteras y mercados interiores.
Precios hundidos
España se ha convertido en el principal receptor masivo de grano ucraniano en la Unión Europea. Solo en 2024 se importaron más de 10 millones de toneladas, tras la eliminación de aranceles decidida por Bruselas para favorecer a Ucrania. Esta avalancha ha hundido los precios en origen, saturado los puertos y desbordado cualquier capacidad de control.
Las autoridades europeas ya tuvieron que articular medidas de emergencia en 2023 para Bulgaria, Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia, con un paquete de apoyo extraordinario aprobado por la Comisión Europea precisamente para compensar la distorsión provocada por el aumento de las exportaciones ucranianas.
Que esos países recibieran ayudas y medidas excepcionales es el precedente que ahora exigimos para España. Además, algunos Estados miembros como Polonia y Hungría adoptaron medidas nacionales adicionales, demostrando que la respuesta es posible cuando hay voluntad política.
Desde ASAJA señalan que “no podemos tolerar la entrada masiva de cereal producido bajo marcos de exigencia fitosanitaria, ambiental y laboral mucho más laxos que los impuestos a nuestros agricultores europeos. Esa competencia desleal está devaluando el producto nacional y menoscabando la viabilidad de las explotaciones españolas”.
Indican que el Ministerio debe ejercer controles estrictos en puertos y fronteras para impedir la entrada de partidas que vulneren requisitos y garanticen que no se permita la comercialización a precios de dumping.
La Consejería de Agricultura de la Junta de Castilla y León tiene la obligación de aplicar la Ley de la Cadena Alimentaria y de impedir la venta por debajo de los costes de producción mediante inspecciones y sanciones ejemplares, añaden.
Reclaman medidas inmediatas y concretas
Por todo ello, ASAJA Ávila, Segovia y Valladolid reclaman medidas inmediatas y concretas:
- Controles fitosanitarios y administrativos férreos en los puntos de entrada, reforzando el servicio de inspección de sanidad vegetal en frontera, que asegure igualdad de condiciones con el cereal nacional.
- Aplicación estricta e inmediata de la Ley de la Cadena Alimentaria, sancionando las ventas a pérdidas que hoy son norma en el mercado.
- Apertura de un expediente de ayudas directas al cereal español, de manera análoga a lo aprobado en 2023 para Polonia y Hungría, para compensar la distorsión competitiva causada por las importaciones excepcionales.
- Convocatoria urgente, por parte del MAPA, de una mesa de crisis con organizaciones agrarias, cooperativas, industria, Comunidades Autónomas y Administración General del Estado para articular medidas de estabilización de precios, almacenamiento y valorización.
ASAJA Ávila, Segovia y Valladolid advierten con rotundidad: “sin una intervención decidida y rápida del Gobierno de España y de la Unión Europea, asistiremos a la desaparición de un sector estratégico para la soberanía alimentaria, la conservación del territorio y el tejido socioeconómico rural. La pasividad actual no solo es inaceptable desde el punto de vista económico, es una negligencia política que multiplica la dependencia exterior y acelera el abandono del campo”.
Pedir que no siembren
Esta situación “límite” está llevando a que los agricultores se planten no sembrar ya que las cuentas no salen. Desde ASAJA, si no cambia la situación en las próximas fechas, y comprometidos con la viabilidad de las explotaciones, va a pedir a los agricultores que no se siembre.
Lamentan que el campo de Castilla y León actualmente está parado y las máquinas no se mueven y la previsión es que no lo hagan próximamente, porque el sector no puede aguantar más esta situación tan injusta
Por ello, exigen “respuestas ahora, no parches tardíos ni discursos vacíos. O se protege y se compensa al cereal español con las mismas herramientas que ya se han aplicado en otros Estados miembros, o las consecuencias serán irreversibles”.