Control de gusano cabezudo en el cultivo del almendro al final del verano

almendros

Estamos en otoño y desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF) aún se observa la presencia de adultos del gusano cabezudo de la nueva generación sobre los árboles, antes de dirigirse a sus refugios invernales para hibernar.

Esta situación se da, sobre todo, en terrenos secos y soleados, particularmente en árboles debilitados, ya que los insectos evitan los suelos húmedos, donde los huevos y las larvas neonatas pueden morir. Se trata de la plaga más importante que afecta al almendro en nuestra comunidad y, en general, a los frutales del género Prunus (albaricoquero, ciruelo, melocotonero y cerezo).

Cada vez son más frecuentes los casos de daños, especialmente en plantaciones que utilizan como patrón el GF677, mientras que son menores en aquellas cuyo pie es franco, debido a que este presenta un sistema radicular más profundo.

Síntomas

-Debilitamiento generalizado sobre todo en verano por el daño ocasionado por sus larvas al realizar las galerías en las raíces y base del tronco, llegando a producir la muerte del árbol

-Presencia de ramas defoliadas al morder los adultos la corteza de los brotes jóvenes y el pedúnculo de las hojas verdes, observándose éstas en el suelo en época que no es normal observar su caída

-Y cuando está muy afectado, las hojas son más pequeñas de lo normal

-Además, los adultos se observan con relativa facilidad

Ciclo biológico

Las hembras realizarán las puestas en el suelo alrededor del árbol (de abril a julio y de agosto a octubre). Aproximadamente a los 15 días, las nuevas larvas se desplazarán hasta el tronco o las raíces, donde permanecerán durante uno o dos años. Aquí radica el verdadero peligro de esta plaga, ya que las larvas se alimentan de la zona comprendida entre la corteza y la madera, destruyendo los tejidos conductores y debilitando la parte aérea, lo que puede llegar a provocar la muerte del árbol.

Este sería el momento idóneo para aplicar tratamientos contra las larvas mediante pulverización o espolvoreo en el suelo. Para combatir a los adultos, el momento más adecuado es en primavera, cuando los adultos invernantes acuden a alimentarse antes de realizar las puestas, y en otoño, antes de que se dirijan a sus refugios invernales.

Control

Es aconsejable seguir las siguientes pautas, ya que se trata de una plaga difícil de combatir. La clave está en actuar de forma temprana, en cuanto comiencen a observarse los primeros adultos y los primeros síntomas de daño sobre el árbol.

Todas las medidas suman, ya sean de tipo cultural, biológico, químico u otros métodos de control. El principal problema se concentra en las parcelas abandonadas o sin laboreo, que constituyen un importante reservorio de la plaga. En estos lugares, las hembras realizan sus puestas en suelos endurecidos, lo que dificulta considerablemente el control.

Métodos culturales

Lucha indirecta y modificación de condiciones bióticas

Labrar, ya que el suelo es donde hacen las puestas y por lo tanto hay que molestar al máximo a las hembras para que no las depositen y conseguir sacar a la superficie a las larvas. Es aconsejable acercarse lo máximo posible al tronco, incluso usando un apero intercepas

Atrape masivo de adultos desde el verano hasta otoño, que es cuando más presencia se observa. Es un método caro, pero efectivo

Dar pases con el tractor entre los árboles siempre que se pueda para espantarlos

Vigorizar los árboles mediante riegos y abonados

Eliminar los árboles secos por esta causa, ya que son reservorio de las larvas

Poner alrededor de la finca setos y árboles para que haya pájaros, ya que se comen las larvas, pero al mismo tiempo eliminar especies arbustivas (rosáceas silvestres) donde el insecto puede vivir, como majoletos, endrinos, etc.

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