Paso significativo para que los oleicultores se beneficien de los mercados voluntarios de carbono

El Proyecto de Balance de Carbono del Consejo Oleícola Internacional (COI) avanza hacia la certificación climática

olivos

El Consejo Oleícola Internacional (COI) celebró recientemente su tercera sesión de trabajo sobre el Proyecto de Balance de Carbono en Marrakech (Marruecos), lo que supone un paso significativo para que los oleicultores se beneficien de los mercados voluntarios de carbono.

Organizada en colaboración con el Instituto Nacional de Investigación Agrícola (INRA) de Marruecos y el Instituto Africano de Nutrición Vegetal (APNI), la reunión se centró en la finalización de una metodología sólida para evaluar y certificar el balance de carbono de los olivares.

Esta metodología sentará las bases para la certificación voluntaria de créditos de carbono para los oleicultores de todo el mundo, reforzando así el papel del sector en la acción climática global.

10,5 millones de hectáreas de olivares del mundo

Según el estudio del COI sobre el Balance Global de Carbono del Aceite de Oliva de 2017, los 10,5 millones de hectáreas de olivares del mundo podrían capturar hasta 47 millones de toneladas de CO₂ al año, lo que supone un promedio de 4,5 toneladas por hectárea al año.

Con las herramientas y los mecanismos de certificación adecuados, estos sumideros de carbono podrían convertirse en una nueva fuente de ingresos para los olivicultores, contribuyendo a la mitigación del cambio climático.

Las palabras de apertura estuvieron a cargo de Lhassane Sikaoui, jefa de la Unidad de Olivicultura, Tecnología del Aceite de Oliva y Medio Ambiente del COI, y Hakim Boulal, de APNI. La sesión reunió a expertos y líderes técnicos del COI de todo el mundo oleícola, junto con representantes de la Asociación Española de Normalización y Certificación (UNE) y científicos de Marruecos, Túnez, España, Grecia, Argentina y otros países.

Evaluar el balance de carbono de los olivares

Con esta reunión, el COI da un paso más para proporcionar al sector herramientas basadas en la ciencia para evaluar el balance de carbono de los olivares y acceder a mecanismos de créditos de carbono, posicionando el cultivo del olivo no solo como una fuente de nutrición y patrimonio cultural, sino también como un motor de sostenibilidad ambiental.

Publicidad

Dejar una respuesta

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí