La campaña de frutos rojos de Huelva, sin trabajadores suficientes

UPA Andalucía lamenta que el número de jornaleros propuesto para contratar en origen no cubre la demanda

Más trabajadores contratados en origen procedentes de Sudamérica para la campaña de frutos rojos en Huelva. Esta es la demanda que UPA Andalucía le plantea al Gobierno central una vez conocida la propuesta para el próximo contingente GECCO, que eleva sólo en 3.800 personas el número de jornaleros nuevos que podrán venir a trabajar en la campaña de los frutos rojos y que se unirán a los repetidores de años anteriores.

El secretario general de UPA Andalucía, Jesús Cózar, que ha visitado una explotación de fresas en Palos de la Frontera para conocer, de primera mano, cómo es el proceso de plantación, uno de los momentos más delicados, y para mostrar el respaldo de la organización a los productores con el objetivo de que el Gobierno sea sensible a sus demandas y permita cubrir sus necesidades de mano de obra para tener una próxima campaña de recolección satisfactoria.

Grave escasez de trabajadores

Ha destacado la grave escasez de trabajadores que tienen, lo que amenaza su competitividad porque la campaña se basa en la migración circular, es decir, se contratan en su país de origen y, una vez que concluye la recolección regresan a sus hogares.  Un movimiento que genera riqueza no sólo en Huelva, sino también en esos terceros países.

“Por eso vamos a trabajar para que el Gobierno de España sea consciente de las necesidades de los productores de frutos rojos y amplíe el número de jornaleros que podrán venir dentro del programa GECCO”, ha explicado el secretario general de UPA Andalucía.

20.000 jornaleros

Además de los 20.000 jornaleros que repetirán de otros años, los agricultores habían solicitado 10.000 trabajadores nuevos más. Pero sólo se han concedido 3.800 nuevos jornaleros entre países sudamericanos y Marruecos.

Este año no vendrán colombianos ni ecuatorianos y la experiencia piloto en Paraguay va a ser para 100 personas.

UPA Andalucía tiene muy claro que el campo andaluz ya ha dejado de ser un sector de mano de obra sobrante, ahora faltan temporeros, técnicos y profesionales especializados, y la inmigración no sólo es un aliado, sino un factor imprescindible.

Huelva, por ejemplo, emplea en cada campaña de frutos rojos unas 110.000 personas, de las que sólo el 14% son inmigrantes, contratados en sus países, con derecho a alojamiento y billete pagado; el resto son temporeros comunitarios, que empalman la campaña de frutos rojos onubense con la de hueso en Lérida, por lo que muchos se marchan a partir de mayo, o nacionales, que dejan el campo a partir de finales de marzo para ir a trabajar a la campaña turística y la hostelería.

La campaña onubense dura de enero a junio, y son los inmigrantes quienes cubren esos últimos meses más críticos y le dan estabilidad a toda la campaña.

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