La próxima siembra de cereales en Andalucía se ve amenazada por la falta de lluvias en octubre, lo que podría provocar, según explican desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF) retrasos o ralentizaciones en algunas zonas.
La siembra de invierno necesita humedad en el suelo para que las semillas germinen correctamente. Aunque las lluvias de finales de octubre y principios de noviembre pueden ser determinantes para el avance de los trabajos, la previsión de sequía genera preocupación en el sector agrícola.
Falta de humedad en el terreno
La falta de humedad en el terreno tiene, por tanto, un impacto directo sobre la siembra. Dos aspectos importantes a tener en cuenta son:
Retraso y ralentización
La escasez de agua en el suelo obligará a los agricultores a posponer el inicio de la siembra. En diversas zonas de Andalucía, esta situación ha ralentizado o incluso paralizado las labores de preparación
Necesidad de humedad
Los cereales de invierno, como el trigo, la cebada y la avena, requieren humedad en el suelo para una correcta germinación y un buen desarrollo inicial
A falta de que lleguen las esperadas lluvias otoñales, está previsto que la siembra de los cereales se inicie en el mes de noviembre en la mayoría de las provincias andaluzas
Antes de sembrar, es fundamental preparar adecuadamente el terreno mediante labores de labranza, lo que mejora la estructura del suelo y facilita la germinación de la semilla. Asimismo, es clave realizar una buena elección del abono a utilizar.
Se recomienda el uso de fertilizantes diseñados para proteger el nitrógeno y evitar su pérdida por lavado, aumentando así la eficiencia en el uso de nutrientes.
Elección de la variedad de cereal
Otro factor determinante para el éxito del cultivo es la elección de la variedad de cereal. Es fundamental optar por variedades resistentes a enfermedades, con el fin de evitar pérdidas significativas causadas por patógenos.
En caso de sembrar variedades más vulnerables, será necesario implementar un monitoreo constante para detectar a tiempo posibles enfermedades y aplicar las medidas adecuadas
Desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF), en el marco del proyecto de Gestión Integrada de Plagas, se promueve el manejo sostenible del cultivo para facilitar el acceso a buenas prácticas por parte del agricultor.


























