Coincidiendo con la celebración del Día Europeo del Vino y en el marco de la presentación del Manifiesto de Estrasburgo, suscrito por 23 regiones europeas comprometidas con la defensa del vino como emblema de identidad, cultura y cohesión territorial, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha hecho valer su posición de liderazgo como principal región vitivinícola de Europa y ha defendido con éxito la inclusión en dicho texto de la preocupación por la desaparición de la obligatoriedad de la Intervención Sectorial Vitivinícola (ISV) en el futuro reglamento de las OCM de la Política Agraria Común (PAC 2028-2034).
La viceconsejera de la Política Agraria Común y Política Agroambiental, Gracia Canales, y el secretario general de la AREV, Oliver Serrano, han asistido a esta reunión que se ha celebrado esta semana en la ciudad francesa de Estrasburgo, donde han mostrado su preocupación por esta voluntariedad de la ISV.
Gracia Canales ha explicado que la primera consecuencia de esta decisión es dejar al albur de los Estados el desarrollo de la Intervención Sectorial Vitivinícola.
La segunda es una previsible disminución del volumen de fondos “y no podemos olvidar que, en regiones como Castilla-La Mancha, con este presupuesto se abordan inversiones tan importantes como la reestructuración del viñedo, las ayudas VINATÏ o cualquier otra actuación que se quiera hacer en materia de regulación del potencial vitivinícola, como la vendimia en verde o la destilación de subproducto”.
Manifiesto de Estrasburgo
En relación con el Manifiesto de Estrasburgo, la viceconsejera ha explicado que además de pedir mantener la financiación y proteger la especificidad cultural del vino más allá de 2027, el documento recuerda a las autoridades europeas la importancia cultural, social y económica del sector del vino en el continente.























