Con la llegada del Día de Todos los Santos, uno de los momentos más importantes del año para la comercialización de flores, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) hace un llamamiento a los consumidores para que opten por la compra de flores de origen nacional, frente a importaciones y opciones de menor valor añadido, con el fin de reforzar un sector estratégico para el medio rural, que genera empleo, riqueza y arraigo territorial.
Cada año, en torno a la festividad del 1 de noviembre, miles de familias visitan los cementerios y espacios de recuerdo de sus seres queridos. En ese rito tradicional, las flores cortadas, plantas ornamentales y ramos de cercanía juegan un papel central.
Según los datos del sector, la producción española de flor cortada y planta ornamental representa un volumen importante de hectáreas y empleo, y este período de ventas representa una parte significativa de la campaña anual:  cerca del 20 % de la producción anual.
Beneficios de comprar nacional
Entre las ventajas que supone comprar flores producidas en España, están una menor huella de carbono al reducir transportes internacionales, refrigeración prolongada y embalajes. Por otro lado, generan empleo estable en zonas rurales, apoyando a las explotaciones familiares y al desarrollo territorial.
Además, ayudan a fortalecer un sector que en los últimos años ha sufrido la competencia de importaciones de bajo coste y ha vivido momentos complicados debido a la meteorología o a la crisis sanitaria.
Ofrecen frescura, calidad y una relación directa con el medio rural, lo cual favorece una mayor trazabilidad y valorización.
Desafíos del sector y recomendaciones
UPA advierte de que, aunque la tradición de colocar flores en el Día de Todos los Santos sigue viva, el sector no debe dar por hecho su situación. Para Lorenzo Ramos, ex secretario general de UPA y floricultor, “se teme que parte del consumo cambie hacia otros productos o festividades de menor valor añadido, lo que puede debilitar la producción nacional”. Asimismo, “la presión del coste de producción, la competencia de flor importada y la falta de mecanismos de valorización adecuada se mantienen como algunos de los retos del sector en un futuro no muy lejano”.
Desde la organización, además, señalan que “cuando compras o regalas una flor española, no solo estás acompañando a un ser querido en su recuerdo, estás apoyando al agricultor, a su pueblo y al paisaje que los rodea”.
UPA hace también un llamamiento al consumidor para que no deje de valorar la calidad, frescura y el origen de la flor, así como el impacto que esa compra tiene en el entorno rural.
Origen “España”
A la hora de adquirir flores, desde UPA se recomienda, en primer lugar, verificar que la flor o planta tenga etiqueta de origen “España” o que proceda de productor nacional; priorizar compras en floristerías, cooperativas o productores locales que trabajen con flor nacional; elegir variedades tradicionales como el crisantemo, la margarita, el clavel o la dalia, que tienen buena adaptación y arraigo en España.
Por último, recuerdan ser conscientes de que hay que “valorar la compra como una inversión en el campo, no solo como gasto”.
Con esta campaña de recogida y venta de flores, UPA reafirma que el Día de Todos los Santos es mucho más que una fecha de consumo: es una oportunidad para reconocer el valor de la agricultura, de las explotaciones familiares y del campo español. Al comprar flores de origen nacional, la ciudadanía puede contribuir a mantener vivo un paisaje, proteger un empleo y honrar una tradición.
 

 
