ASAJA Castilla-La Mancha ha trasladado a la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural la enorme preocupación del sector vitivinícola ante los retrasos que siguen afectando a la tramitación y certificación de las ayudas de reestructuración y reconversión de viñedo.
Desde la organización agraria califican la situación de “insostenible”, ya que muchos viticultores llevan más de un año esperando la certificación de la campaña 2023, sobre todo en la provincia de Toledo.
Perjuicios económicos
Lamentan que los agricultores se ven obligados a mantener avales durante meses y meses, pagando intereses sin poder cancelarlos por la falta de certificación. Un coste añadido que está generando un profundo malestar en el sector.
Problemas en el Registro Vitícola
A esto, añaden que muchas parcelas reestructuradas todavía no aparecen en el Registro Vitícola, lo que impide poner la uva en la declaración de cosecha de esas parcelas.
Esta situación también afecta al seguro agrario: al no aparecer en el Registro, las parcelas no pueden asegurarse, quedando desprotegidas frente a riesgos como heladas o pedrisco.
