Los productores de materias primas, los procesadores de alimentos, los comerciantes y los mezcladores de fertilizantes están dando la voz de alarma sobre el impacto económico que la plena aplicación del mecanismo CBAM (ajuste en frontera por emisiones de carbono) podría tener en toda la cadena de valor si se aplica según lo previsto por la Comisión el 1 de enero de 2026.
Los agricultores de toda la Unión están experimentando márgenes históricamente bajos, o incluso negativos, debido en gran medida al fuerte aumento de los costes de producción desde 2020.
Los fertilizantes suelen representar su mayor gasto inevitable, ya que suponen entre el 15 % y el 30 % de los costes totales de producción.
Aumento de precios
En los últimos años, los precios ya han subido considerablemente, y la imposición de aranceles adicionales a los fertilizantes procedentes de Rusia y Bielorrusia ha provocado un nuevo aumento de precios del 10-15 % en todos los orígenes.
La entrada en vigor prevista del mecanismo de ajuste en frontera por emisiones de carbono (CBAM) para los fertilizantes el primer día del próximo año corre el riesgo de agravar esta crisis hasta niveles sin precedentes.
La Comisión aún no ha fijado muchos de los diferentes factores para calcular el CBAM, como los valores de referencia y los valores por defecto.
Estas incertidumbres técnicas dan lugar a estimaciones muy diferentes, que van desde un coste del CBAM que representa el 10 % hasta más del 30 % del precio de los fertilizantes.
Gran incertidumbre financiera
El resultado es una gran incertidumbre financiera para los mezcladores e importadores de fertilizantes de la UE, lo que les impide realizar nuevos pedidos de fertilizantes. Dado que el 50 % del suministro de fertilizantes de la UE procede de terceros países y que las existencias actuales solo cubren alrededor del 60 % de las necesidades del próximo año, esta incertidumbre amenaza el comercio de fertilizantes y la continuidad de su disponibilidad para los agricultores europeos.
A pesar de esta incertidumbre, incluso las estimaciones más bajas indican que el CBAM podría añadir un 10-15 % adicional a los precios de los fertilizantes en 2026, y algunos escenarios prevén aumentos de hasta más del 30 %.
En el contexto actual, los agricultores de la UE podrían enfrentarse a un efecto tijera perfectamente insostenible, en el que no podrían absorber nuevos aumentos de los precios de los fertilizantes ni interrupciones del suministro.
Esta evolución pondría en peligro la viabilidad de la producción agrícola de la UE, así como la competitividad y la resiliencia de la cadena alimentaria en general, con menos materias primas disponibles y, en última instancia, precios más elevados para los consumidores.





















