La patata pertenece a la familia de las solanáceas, es una planta herbácea, vivaz, dicotiledónea, provista de un sistema aéreo y otro subterráneo de naturaleza rizomatosa del cual se originan tubérculos.
La patata es la materia prima de la más importante con diferencia en la alimentación humana. Es el primer cultivo mundial no perteneciente al grupo de los cereales.
Se trata de una planta de clima templado-frío, siendo las temperaturas más favorables para su cultivo las que están en torno a 13 y 18ºC. Es sensible a las heladas y las bajas temperaturas. Requiere un gran aporte de agua por lo que generalmente se cultiva en regadío.
Abonado de la patata
La patata responde muy bien al aporte de compost o estiércol bien descompuesto, que mejora la estructura del suelo y favorece la retención de humedad.
En cuanto al abono para patatas un abono diseñado específicamente para este cultivo puede mejorar la producción, la salud del suelo y la calidad del tubérculo.
Se trata de uno de los cultivos hortícolas más exigentes en nutrientes, pues su sistema radicular relativamente superficial, la alta extracción de elementos y la necesidad de formar tubérculos de buena calidad hacen que un buen plan de abonado sea determinante para obtener una producción óptima.
Nutrientes
Entre los nutrientes esenciales para su cultivo está el nitrógeno, fundamental para el crecimiento vegetativo, desarrollo de tallos y hojas.
También necesita fósforo, clave en el desarrollo temprano de las raíces y en la formación de tubérculos. Su correcta disponibilidad favorece la uniformidad, el número de patatas y su calidad interna.
El potasio es otro nutriente necesario para el tamaño final de la patata; su contenido en almidón; su resistencia a enfermedades y la conservación post cosecha.
Otros aspectos del cultivo de la patata es que el cloro afecta la calidad de los tubérculos, al sabor y a la materia seca, por lo que deben evitarse.
Además, es necesario mantener un riego adecuado, pues el agua es esencial para que los nutrientes estén disponibles. Los riegos irregulares pueden producir grietas o deformaciones en las patatas.
En definitiva, el abonado es un factor determinante para el éxito del cultivo de patata. Conocer las necesidades nutricionales del cultivo y aplicar buenas prácticas de fertilización permite mejorar tanto el rendimiento como la calidad del tubérculo.
Los fertilizantes específicos para patata constituyen una herramienta valiosa para asegurar un aporte equilibrado de nutrientes, optimizar la tuberización y obtener cosechas más abundantes y de mayor calidad.






















