España pierde cada año la mitad del consumo urbano de agua por la evaporación de los embalses, lo que supone un impacto económico anual estimado de 800 millones de euros, según se desprende de un estudio publicado en ‘Earth’s Future’.
Y es que todos los años, España pierde el 10 % del volumen total de agua embalsada en sus infraestructuras hídricas. Ese porcentaje representa, aproximadamente, unos 2.000 hectómetros cúbicos, un volumen que permitiría satisfacer prácticamente la mitad (el 46 %) del consumo del consumo urbano español, lo que supone una pérdida estimada de 800 millones de euros al año.
Impacto de la evaporación
Esta es una de las conclusiones del artículo publicado por Jorge Lorenzo Lacruz, investigador de la Universidad de La Rioja, en la revista Earth’s Future, en el que incide en la necesidad de integrar el impacto de la evaporación en la planificación hidrológica y los marcos de gestión del agua para tener en cuenta las pérdidas de agua ocultas de los embalses, especialmente en un contexto climático de calentamiento acelerad0 como el actual.
Por cuencas, las del Guadiana, Tajo, Ebro y Duero se perfilan como las más vulnerables tanto por su gran capacidad de retención como por el incremento de las temperaturas
El artículo apunta que entre 1961 y 2018 la evaporación de los embalses en España ha crecido a un ritmo de 27,7 hectómetros cúbicos por año, lo que supone una pérdida total aproximada en dicho periodo de 114.000 hectómetros cúbicos, un volumen equivalente al que generan todos los ríos de la cuenca del Ebro en una década.
Calentamiento global
De igual manera, el trabajo proyecta que hasta el año 2100 esa evaporación crecerá un 35% impulsada por el calentamiento global.
Así, las pérdidas evaporativas a finales de siglo se acercarán a los 3.000 hm³ anuales, lo que supondría perder hasta 2 de cada 10 litros almacenados (actualmente se pierden 1 de cada 10 litros).
Por cuencas, las del Guadiana, Tajo, Ebro y Duero se perfilan como las más vulnerables tanto por su gran capacidad de retención como por el incremento de las temperaturas. Las pérdidas por año proyectadas oscilan entre los 600 y los 700 hm³.





















