Expertos de 31 instituciones de 14 países de Europa, América y Australia se dieron cita en Girona, en el marco de la Asamblea General del proyecto europeo BeXyl, para poner en común los avances en la lucha contra la bacteria Xylella fastidiosa, una bacteria que causa cuantiosos daños en cultivos leñosos, especialmente el olivo, el almendro y la vid.
La coordinadora del proyecto BeXyl, la investigadora del Instituto de Agricultura Sostenible del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IAS-CSIC) Blanca Landa, explicó que el proyecto, que encara su último año, está dedicado al desarrollo de nuevas herramientas de prevención y control frente a la bacteria Xylella fastidiosa.
En este sentido, el encuentro ha servido para conocer los avances más relevantes del último periodo, que ponen de manifiesto progresos científicos y aplicados esenciales para reforzar la preparación de Europa ante uno de los patógenos vegetales más destructivos y difíciles de gestionar.
Durante la Asamblea, que reunió a 96 asistentes, incluyendo representantes de la Comisión Europea (DG AGRI y DG SANTE), la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, se realizó además una visita de campo a viveros de Girona, sector clave en la prevención de la enfermedad, para conocer de primera mano la amenaza que la introducción de la bacteria supondría para este sector.
Avances más destacados
Entre los avances más destacados presentados durante la Asamblea se encuentra la mejor comprensión de la epidemiología de X. fastidiosa.
“Se han ampliado las redes de vigilancia mediante nuevas parcelas centinela en España, Portugal, Francia e Italia, así como colaboraciones con jardines botánicos en América. Estas actuaciones han permitido mejorar la detección temprana, identificar nuevas posibles especies vegetales hospedadoras y avanzar en la comprensión del papel del clima y de la especie vegetal en la evolución de los brotes”, explicó Landa quien también indicó que
“BeXyl está desarrollando modelos epidemiológicos, protocolos armonizados de muestreo y análisis, y guías técnicas que facilitarán la toma de decisiones por parte de agricultores, viveros, administraciones y autoridades fitosanitarias”.
Nuevas técnicas moleculares
En este ámbito cabe mencionar las nuevas técnicas moleculares y las basadas en sensores proximales y teledetección, más sensibles y rápidas, fundamentales para identificar infecciones tempranas y evitar la dispersión del patógeno, y los programas piloto con perros detectores, capaces de identificar plantas infectadas antes de que presenten síntomas, reforzando los controles en viveros y puntos de inspección.
En la asamblea también se han evaluado métodos de termoterapia aplicados tanto a material vegetal en substrato como a material vegetal de propagación, mostrando resultados prometedores para reducir la carga bacteriana sin afectar a la viabilidad de la planta, lo que convierte esta técnica en una posible herramienta de descontaminación en viveros y bancos de germoplasma. BeXyl continúa optimizando las condiciones de aplicación para facilitar su transferencia a la práctica profesional.
Por otra parte, el proyecto está evaluando la respuesta de variedades de olivo, almendro, vid y especies forestales frente a distintas cepas europeas de la bacteria. “Los resultados preliminares permiten identificar genotipos menos susceptibles o capaces de limitar la colonización bacteriana; determinar material vegetal apropiado para replantar en zonas afectadas y apoyar a los programas de mejora genética en la selección de variedades más resilientes”, remarca la investigadora del IAS-CSIC quien destaca que “este conocimiento será clave para definir estrategias de manejo a medio y largo plazo”.
Junto a lo anterior, los equipos especializados del proyecto han evaluado los efectos económicos de diferentes estrategias de control, el impacto potencial en la cadena de valor agrícola, la percepción social del riesgo y la implementación de las medidas fitosanitarias, así como las implicaciones ambientales de las medidas adoptadas.
La responsable del BeXyl hace hincapié en que “estos estudios servirán para orientar políticas públicas, definir compensaciones adecuadas y seleccionar opciones de manejo efectivas y sostenibles”.
BeXyl ha progresado también en el desarrollo de estrategias innovadoras de control sostenible, incluyendo el control biológico de los vectores, con nuevas líneas que evalúan enemigos naturales y microorganismos beneficiosos capaces de reducir tanto las poblaciones de los vectores como la capacidad de transmisión de la bacteria, y nuevas soluciones de biocontrol de la bacteria, como bacterias habitantes del xilema, péptidos bioactivos y cócteles de fagos con actividad frente a diferentes subespecies de X. fastidiosa.
Además, se han establecido ensayos en plantaciones de olivo, vid y almendro en la isla de Mallorca y en Apulia (Italia) para validar la eficacia de estas soluciones de control bajo condiciones mediterráneas reales.
Mirando hacia 2026
Con la mayoría de los experimentos finalizados, BeXyl se encuentra ahora definiendo un marco operativo de manejo integrado (IPM), en los sistemas agrícolas y forestales europeos.
Este marco integrará de forma coherente sistemas de vigilancia avanzada, combinando modelos epidemiológicos y de detección temprana, muestreo y diagnóstico validados a escala europea; uso de material vegetal tolerante y evaluación de especies resilientes para la restauración de áreas afectadas; estrategias de control sostenible, desde el control biológico de vectores y nuevos agentes de biocontrol hasta aplicaciones de termoterapia y prácticas culturales y recomendaciones socioeconómicas y ambientales, asegurando que las medidas propuestas sean viables para agricultores, administraciones y viveros, y compatibles con la sostenibilidad del territorio.
“El objetivo es llegar a la Conferencia Internacional de Xylella (coorganizada por la EFSA y BeXyl en Apulia, Italia) en 2026 con un conjunto sólido de estrategias IPM listas para su transferencia basadas en la evidencia científica que permitan reducir el riesgo de nuevas introducciones y mejorar la capacidad de respuesta frente a los brotes existentes o futuros en Europa”, apostilla Blanca Landa.

























