Los presidentes de la Diputación de Toledo y de la Mancomunidad de la Sagra Baja, Álvaro Gutiérrez y Luis Miguel Martín, respectivamente, han firmado un acuerdo para la colaboración de ambas entidades en un programa de sensibilización medioambiental en la comarca de la Sagra Baja, que tiene en cuenta la mejora de los aspectos económicos, sociales y ambientales de los pueblos que conforman la mancomunidad.
Para el presidente de la Diputación es importante «considerar en su justa medida la oportunidad de apostar por el medio ambiente y los muchos beneficios derivados de las acciones destinadas a su preservación, tales como salvaguardar la calidad de las aguas, la biodiversidad, el paisaje, la vertebración del territorio, el asentamiento de la población o la defensa de las raíces culturales».
Concretamente, las actuaciones que se van a llevar a cabo en virtud de este convenio se van a centrar en la concienciación sobre la importancia del reciclaje y la depuración de aguas.
Así, se van a ofrecer charlas y talleres en los colegios de todos los municipios para alumnos y alumnas de 3º y 4º de Educación Primaria sobre cómo se puede y se debe reciclar la basura en los hogares y cómo se puede contribuir desde casa a la depuración de las aguas con algo tan sencillo como, por ejemplo, evitar desechar toallitas y otros residuos por el inodoro.
Además, esta campaña se va a adaptar a los distintos colectivos culturales que viven en estos municipios.
A las actividades propias de la Mancomunidad de la Sagra Baja, de la que forman parte casi 50.000 habitantes, que suponen más del 4 por ciento de la población de la provincia y un territorio de 255 kilómetros cuadrados, ocupadas de la prestación de los servicios básicos y esenciales de sus municipios mancomunados, hay que señalar la conveniencia de defender el legado natural.
La decisión de la mancomunidad es emprender el programa de sensibilización ambiental para asegurar la sostenibilidad, amparada en factores tan significativos como el entorno físico y socioeconómico.
El programa recogido en el acuerdo entre la Diputación y la Mancomunidad debe extenderse a todos los sectores de la población, para que las decisiones que se tomen sean consensuadas y compartidas, de cara a la elaboración de guías de buenas prácticas en el hogar, creación de rutas de senderismo, talleres ecológicos con los ciudadanos, celebración de jornadas de fincas de monte mediterráneo, encuestas y entrevistas realizadas a los ciudadanos.
