La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha culpado al Ministerio de Agricultura de “diseñar la destrucción de los pequeños y medianos ganaderos del sector lácteo” a través de su borrador del real decreto que sentará las bases para los controles sanitarios de la leche. La organización de ganaderos ha explicado que el problema está en que el Ministerio ha propuesto que sean los transportistas los que realicen los controles sanitarios de la leche y no los laboratorios interprofesionales, como se viene haciendo hasta ahora. Para UPA, este cambio es “una aberración” por dos motivos. Primero, porque supone un peligro para la supervivencia de las pequeñas y medianas ganaderías. Segundo, por la responsabilidad que transfiere a los transportistas de los camiones cisterna.
En opinión de los ganaderos, “esta propuesta sólo beneficia a las macrogranjas lácteas” porque, tal y como ha explicado UPA, hacer los oportunos exámenes de la leche supone demasiado tiempo para un transportista si tiene que pararse en muchas granjas a lo largo de su ruta.
Por otra parte, la organización de ganaderos no entiende por qué el Ministerio propone que los camioneros se encarguen del control sanitario de la leche, especialmente cuando el sistema actual “garantiza la seguridad y trazabilidad de la leche desde la granja hasta el consumidor final”. UPA ha señalado que esta propuesta no solo ha levantado ampollas entre los ganaderos, “hay un amplio rechazo del resto del sector”.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha instado al Ministerio que dirige Isabel García Tejerina a concertar una reunión en la que los productores puedan explicar a las autoridades cuál es la realidad “a pie de campo” y las razones por las que “esta propuesta es un disparate”.
