CCOO ha conseguido parar la producción de los mataderos que el grupo cárnico Vall Companys tiene en Lleida, Cuenca y Ciudad Real. Los trabajadores y las trabajadoras de la plantilla principal, de las contratas y de las falsas cooperativas, apuntan desde el sindicato, entendieron los motivos para secundar la huelga. En Zaragoza el seguimiento del paro fue algo menor.
En Castilla-La Mancha, el paro fue prácticamente unánime en Frimancha (Valdepeñas, Ciudad Real), donde trabajan unas 190 personas, de las que alrededor de 150 están encuadradas en la falsa ‘cooperativa’ Servicarne. En Frivall (Villar de Olalla, Cuenca), con una plantilla de 700 personas de las que apenas un puñado pertenecen a la empresa principal mientras que el resto se distribuye entre diversas ‘cooperativas’, pseudo empresas y empresas ‘multiservicios’, el paro de los trabajadores de Servicarne paralizó la sala de despiece y a los carretilleros y, con ello, prácticamente toda la producción de la planta.
CCOO-Industria CLM considera “un éxito” la huelga en las dos plantas de Vall Companys en la región, “en primer lugar, porque se ha conseguido movilizar a estos trabajadores, que han estado sometidos a mucha presión en los días de atrás por parte de sus empresas y de Servicarne; y, en segundo lugar, porque tanto en Frivall como en Frimancha se ha conseguido paralizar la producción; ya que, al tratarse de un trabajo en cadena, si falla una parte, se resiente todo el conjunto.”
León ha subrayado que es la primera vez que los trabajadores de Vall Companys, “gigante de la industria alimentaria que, sin embargo, produce carne manchada por el fraude y la explotación laboral”, estaban convocados a una huelga; ante la negativa del grupo a asumir la resolución de la Inspección de Trabajo que obliga a sus empresas cárnicas a incorporar a su plantilla a los 2.500 falsos autónomos que trabajan para ellas y que proceden de Servicarne, una falsa “cooperativa de trabajo asociado.”
De hecho, la Inspección ha dado de alta de oficio en la Seguridad Social a estos trabajadores, como asalariados de sus respectivas empresas principales; pese a lo cual tanto Vall Companys como Servicarne siguen considerándolos “cooperativistas autónomos”.
“CCOO es consciente de que la huelga era compleja. Sin embargo, el sindicato está muy satisfecho con el resultado de la protesta. El balance es más positivo de lo esperado teniendo en cuenta que una parte importante de las personas que estaban llamadas a secundar la huelga eran falsos autónomos”, ha resaltado Vicente Canet, responsable estatal de Industrias Alimentarias de CCOO-Industria
“La gente ha dado un paso al frente y ha dado un toque de atención a una empresa que debe reconsiderar su modelo de negocio basado en el fraude y en la precariedad. Se trata de un entramado de contratas y subcontratas con el que hay que acabar.”
