Orugueta, pulgones, mancha ocre o cribado, enfermedades y plagas que pueden afectar a los almendros en primavera

Según se recoge en el último Boletín Fitosanitario de Avisos e Informaciones

almendros

Orugueta, pulgones, mancha ocre o cribado son algunas de las enfermedades y plagas que pueden atacar a los almendros en esta época del año, con la primavera recién iniciada, según se recoge en el último Boletín Fitosanitario de Avisos e Informaciones de la Estación Regional de Avisos Agrícolas/Sanidad Vegetal del centro de El Chaparrillo.

En el caso de la orugueta, se trata de un insecto que pasa el invierno en forma de larva pequeña refugiada en un capullo sedoso bajo la corteza del árbol. Cuando aparecen las hojas se alimentan de ellas empezando por el envés, pudiendo llegar a devorar la hoja completa más adelante. Pasa por dos estadios larvarios más, siendo el último muy voraz, respetando únicamente la nervadura central de las hojas. En caso de ataques fuertes puede llegar a producir la defoliación casi completa del árbol.

En aquellas parcelas en las que se haya observado daños por esta plaga en años anteriores, es aconsejable realizar un tratamiento al inicio de la brotación, pues es en primavera cuando la oruga sale de su refugio invernal y es más vulnerable.

El tratamiento debe dirigirse a las hojas procurando mojarlas por las dos caras, pero principalmente por el envés, que es donde se agrupan las oruguitas al salir de sus refugios, utilizando alguno de los siguientes productos: Bacillus thuringiensis kurstaki, deltametrin y lambda cihalotrin.

Pulgones

Los pulgones son considerados como plagas polífagas que pueden afectar a gran número de plantas. Estos insectos están provistos de un largo pico articulado que clavan en el vegetal y por el que absorben los jugos de la planta.

Con presencia en el almendro se puede encontrar el pulgón harinoso, cuyas ninfas son de color verde y están recubiertas por secreciones cerosas de aspecto harinoso de color blanco; el pulgón de la madera, de gran tamaño y que se alimenta directamente de la madera produciendo gran cantidad de melaza, y el pulgón verde, que es uno de los que más daños causa en el cultivo del almendro.

El pulgón verde se suele situar en el envés de la hoja, donde succiona la savia y provoca un típico enrrollamiento de las hojas que dan protección. En caso de fuertes ataques puede llegar a secar brotes y necrosar hojas provocando defoliaciones.

En aquellas parcelas en las que se haya observado daños por pulgón en años anteriores se recomienda realizar un tratamiento a la caída de pétalos, con alguna de las siguientes materias activas: deltametrin, lambda cihalotrin, spirotetramat y tau fluvalinato

Mancha ocre

Este hongo pasa el invierno en las hojas infectadas caídas en el suelo. Durante la primavera, sobre todo con presencia de lluvias, se produce la liberación de las ascosporas. Este periodo de liberación, dependiendo de las lluvias, abarca desde antes de la floración hasta el mes de mayo.

El período de mayor susceptibilidad empieza cuando aparecen las primeras hojas después de la caída de pétalos. El período de incubación suele ser de unos 35 a 40 días y las primeras lesiones aparecen a partir del mes de mayo, aunque la aparición de manchas amplias en hojas de color anaranjado, de formas y tamaños variados, que pueden evolucionar a necrosis de color marrón oscuro en el centro de la lesión, no se producen hasta verano.

Los almendros presentan diferentes grados de susceptibilidad a esta enfermedad en función de las variedades, pudiéndose clasificar como menos susceptibles: Desmayo Largueta, Marta, Mardía y Vayro, y como variedades susceptibles: Guara, Marcona, Tarraco y Tardona.

Materias activas registradas para el control de mancha ocre: Mancozeb

Cribado

Este hongo ataca a hojas y frutos, especialmente a los tejidos jóvenes. La parte baja del árbol suele ser la más afectada. Las lesiones en hojas son circulares, de tamaño variable entre 1 y 3 mm, amoratadas o pardo-rojizas, a menudo rodeadas por un halo verde o amarillento. Su centro se necrosa, toma un color marrón y termina por desprenderse, quedando la hoja perforada por numerosos puntos, lo que le da un aspecto de perdigonada.

Es a partir de la primavera, coincidiendo con la brotación, y en presencia de lluvias, cuando produce la infección. Para el control de esta enfermedad se recomiendan tratamientos preventivos desde la caída de los pétalos hasta finales de mayo con alguna de las materias activas autorizadas en almendro: compuestos de cobre y boscalida + piraclostrobin.

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