El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha trasladado este lunes un mensaje de apoyo del Gobierno de Castilla-La Mancha a todas las empresas que pueden verse afectadas, así como a agricultores y ganaderos, por la subida de aranceles del 25 por ciento en Estados Unido.
La ha calificado, como una “medida injusta” y que lo que se está haciendo, ha recriminado, es “utilizar al sector agroalimentario para una guerra comercial que nada tiene que ver con la alimentación”, todo ellos, en un momento, en un contexto internacional, que no es el adecuado y menos aún para realizar “amenazas” como éstas que en caso de Castilla-La Mancha afectaría sobre todo al queso manchego, al vino y al aceite.
En esta línea, ha insistido en que el Gobierno estadounidense “está todavía a tiempo de replantearse estas amenazas y cambiar la posición que han mantenido hasta ahora” y en este cambio, “creo que la Unión Europea tiene todavía mucho margen de negociación”, por lo que espera que se dé marcha atrás por parte del Gobierno de Donald Trump.
Así, en un encuentro en el Ministerio de Agricultura, desde Castilla-La Mancha se ha solicitado una “buena coordinación entre todas las administraciones” y ha destacado que desde el Gobierno nacional se “está haciendo un buen trabajo en esta materia, contactando con muchos ministros de otros países y con otros Estados miembros que están también aceptamos como nosotros por esta amenaza”.
Si se produjera, finalmente, “habrá que ver de qué manera podemos ayudar a los productores que están afectados”, ha finalizado.
