Más de 40 organizaciones e instituciones de Castilla-La Mancha firmaban ayer en el Palacio de Fuensalida junto al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, el Pacto Regional del Agua de Castilla-La Mancha. Se trata de un documento en el que se refleja la posición de la región sobre la gestión de un recurso tan importante como el agua, para todos los sectores, pero especialmente para el sector agrario.
En el texto del acuerdo se reflejan los temas que Cooperativas considera esenciales para asegurar el futuro del sector agro-alimentario y, por ende, de la población del entorno rural.
Se trata de un acuerdo de mínimos, en el que todas las partes firmantes han tenido que flexibilizar su posición para que realmente se pueda conseguir un amplio consenso de entidades tan numerosas y de naturaleza tan diferente.
No obstante, las demandas básicas que Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha aportó al pacto, se ven reflejadas en el documento final, siendo fundamentalmente las relacionadas con la importancia de realizar estudios científicos y rigurosos sobre la disponibilidad de recursos de aguas subterráneas susceptibles de aprovechamiento sostenible, la prioridad de atención de demandas de agua procedentes de jóvenes que se incorporen a la actividad agraria y atención a los regadíos sociales, entre otras.
“Desde la organización interpretamos el acuerdo como el inicio del camino hacia las soluciones que espera el sector agroalimentario regional en materia de agua”, señala el portavoz de la Comisión de Agua de Cooperativas Agro-alimentarias CLM, Julio Bacete. Ahora cuenta la Junta de Comunidades con el apoyo de la inmensa mayoría de la sociedad, una herramienta para defender sus legítimos intereses, por lo que situaciones como las de las explotaciones prioritarias del Alto Guadiana deberían ver más cercana la solución, esperada desde hace años.
Desde Cooperativas apoyamos el acuerdo, ya que una postura común a nivel regional es fundamental para defender los intereses de nuestra población en todos los foros en los que se toman decisiones que afectan a la gestión del agua. Esperamos que sea el comienzo de un camino que desemboque en la continuidad de la actividad agroalimentaria de Castilla-La Mancha y que ésta perdure en el tiempo, manteniendo un nivel de vida digno para la población rural de nuestra Región.
