Primeras Comunidades Energéticas Renovables Agro-fotovoltaicas recuperan para el cultivo tierras abandonadas y degradadas

Transición Energética Solar (Tranesol), empresa centrada en el desarrollo de proyectos fotovoltaicos, y Sapiens Energía, cooperativa sin ánimo de lucro especializada en la creación y gestión de comunidades energéticas, crean la figura de Comunidad de Energía Renovable Agrovoltaica o Agro-fotovoltaica, modelo que permite valorizar zonas abandonadas, degradadas o de productos de baja rentabilidad mediante la reconversión del cultivo y la implantación de una planta de generación de energía renovable.

El primer proyecto, Picassent Solar, que se construirá a finales de 2021, es ejemplo de esta convivencia entre generación de energía renovable con la tecnología más avanzada y actividad agrícola, con un diseño sostenible, adaptado a la realidad del territorio y que permitirá generar actividad económica local y empleos en un suelo sin trabajar en los últimos 40 años -de una explotación porcina abandonada-, lo que había provocado su degradación.

El modelo agro-fotovoltaico se ha desarrollado con éxito en otros países, como Japón, Vietnam, Taiwán, Chile, Francia, Bélgica o Alemania, con proyectos de gran tamaño. La propuesta de Tranesol y Sapiens plantea proyectos sostenibles, integrados en el entorno, que permitan valorizar las zonas donde se implanten. De esta forma, se logrará avanzar en dos de los grandes retos que afronta España: el abandono de tierras de cultivo y la despoblación rural y el avance en los objetivos globales de generación de energía con renovables.

«El sector primario es clave para evitar el despoblamiento de las zonas rurales y actúa como barrera natural frente a la desertización y al cambio climático, siendo fijador de CO2. Necesitamos conseguir una rentabilidad de los productos agrarios que nos permita adaptarnos a las nuevas tecnologías. La electricidad es uno de los costes de producción más significativos en agricultura, por lo que es esencial avanzar en proyectos que permitan mejorar la rentabilidad del sector», apunta Rosa María Gómez, técnico del Departamento de Aguas, Proyectos y Expropiaciones de la Asociación Valenciana de Agricultores, AVA-Asaja.

 

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