Según la Real Academia Española, las cabañuelas son el “cálculo popular basado en la observación de los cambios atmosféricos en los 12, 18 o 24 primeros días de enero o de agosto, para pronosticar el tiempo durante cada uno de los meses del mismo año o del siguiente”.
En agosto, las equivalencias son las siguientes:
Días 1 y 24 corresponden a agosto.
2 y 23 a septiembre.
3 y 22 a octubre.
4 y 21 a noviembre.
5 y 20 a diciembre.
6 y 19 a enero.
7 y 18 a febrero.
8 y 17 a marzo.
9 y 16 a abril.
10 y 15 a mayo.
11 y 14 a junio.
12 y 13 a julio.
Se trata de una práctica tradicional de predicción meteorológica sin validez científica que se realiza mediante la observación del clima durante los primeros 12 días del mes de enero o agosto, que representan los 12 meses del año.
Así, los primeros 12 días de agosto muestran cual será el tiempo de las primeras quincenas de cada mes. Para saber que ocurrirá durante la segunda mitad de cada mes se recurre a las Tornas, que desde el 13 de agosto hasta el 24 irán señalando en orden inverso la previsión meteorológica. Para elaborar estas previsiones se tienen en cuenta diversos factores climatológicos, desde la humedad hasta la presencia de viento, nubes, la temperatura y, obviamente, las precipitaciones.
Según parece, la palabra cabañuelas proviene de la festividad judía de los Tabernáculos. En un documento de Toledo del año 1020, se menciona que los judíos colgaban cien cabañuelas en su barrio en memoria de los años que pasó el pueblo judío vagando por el desierto del Sinaí. Como en esta festividad judía se realizan ritos referentes a la predicción meteorológica, el término adoptó ese significado en castellano.
Ámbito geográfico
No en todos los puntos de la Tierra se utilizan los mismos días para realizar el pronóstico (por ejemplo, en América del Sur y en México el vaticinio se hace en el mes de enero, los hindúes lo hacen a mitad de invierno…). Tampoco se ha hecho de la misma manera con el transcurrir de los tiempos, y cada cultura tiene su método. Así mismo, el ámbito de aplicación de un determinado método es pequeño, no se extiende más allá de unos 80 kilómetros, métodos y predicciones diferentes según las regiones.
Según otras fuentes, las cabañuelas ya eran utilizadas por los indígenas de las civilizaciones prehispánicas, por los campesinos, para pronosticar el clima concebido durante el año a partir de la observación del tiempo durante el mes de enero. Además, lo utilizaban y popularizaron los pastores que vivían durante el verano en las “cabañas” de las montañas, de ahí su nombre.
