El Gobierno de España ha expresado su intención de reducir la disponibilidad hídrica en España en un 15% a medio plazo y entre el 35 y el 40% en un horizonte de largo plazo.
Así lo anunciaba esta semana el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, en una visita a Zamora, afirmando que “es el momento de incorporar nuevas garantías y límites ecológicos de caudales mínimos a todas las masas de agua para atender a la realidad del cambio climático y escenarios”.
Morán advertía que “la realidad del cambio climático, el aumento de las temperaturas, la alteración de los patrones de lluvia y, en suma, la menor disponibilidad de agua que auguran todos los escenarios, a medio y largo plazo, afectará a los usos en las distintas cuencas hidrográficas y a los derechos de explotación y de aprovechamiento de un recurso cada vez más escaso. Todos los usos económicos tienen que atender a esa realidad”.
Morán explicaba que la planificación hidrológica de tercer ciclo diseñada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) para el período 2022-2027 contempla medidas de adaptación al cambio climático y criterios de gestión ambiental para cada demarcación. Los nuevos planes hidrológicos de cuenca -aprobados por el Consejo de Ministros en junio- se encuentran en fase de consulta pública hasta el próximo 31 de diciembre.
Castilla-La Mancha
Y en Castilla-La Mancha, el delegado del Gobierno, Francisco Tierraseca, ha señalado que “el Gobierno de España se ha propuesto avanzar hacia una España más verde, más sostenible, dar un empuje a la economía circular, actuar respecto a la España vaciada o modificar las reglas del juego de la planificación hídrica para que los recursos se utilicen de forma más equitativa y justa”.
Defiendía, a este respecto, que “se avanza en el cumplimiento de la estrategia global de políticas verdes que el Gobierno se fijó desde el principio de la legislatura, al tiempo que se han sentado las bases para alcanzar objetivos a lo largo del año en materias como la gestión de residuos, calidad del aire, planificación hidrológica, energía y movilidad”.
Asimismo, recordaba que en junio el MITECO daba a conocer su propuesta para los planes de cuenca del período 2022-2027. Estos planes “constituyen una herramienta esencial que permitirá abordar la gestión del agua en España durante los próximos años desde una perspectiva más justa, equitativa y protegiendo los caudales mínimos”, declaraba Francisco Tierraseca.
“La nueva planificación hidrológica no solo establece el volumen de agua del que dispone cada demarcación, sino cómo priorizar los usos y cómo gestionar riesgos crecientes de grandes avenidas y las fases de sequía. Además, definirá unos caudales ecológicos que aseguren la protección de las aguas y sus ecosistemas, reducirá las presiones que soportan las masas de agua, mejorará los sistemas de depuración, la gran asignatura pendiente en nuestro país, y fomentará el ahorro y la reutilización de este recurso esencial”, apuntaba.
