El plan estratégico diseñado por España para desarrollar la programación 2023-2027 de la Política Agrícola Común (PAC) incluye el requisito novedoso de desarrollar los ecoesquemas, acciones voluntarias de los agricultores para la defensa del medio ambiente por el que obtendrán pagos.
El dossier expuesto a información pública desde esta semana detalla todos los aspectos de una de las grandes innovaciones del nuevo marco y que más debate ha generado a nivel interno.
Estos son los detalles de las siete prácticas por las que pueden optar los productores:
Práctica 1
Aumento de capacidad de sumidero de carbono de los pastos mediante el impulso del pastoreo extensivo.
Esta práctica consiste en el pastoreo extensivo de manera efectiva, con animales propios, durante un período mínimo de entre 90 y 120 días al año, de forma continua o discontinua, respetando criterios de cargas ganaderas mínimas y máximas.
Práctica 2
Mantenimiento y mejora de la biodiversidad mediante la siega sostenible y el establecimiento de espacios de biodiversidad en las superficies de pastos.
Consiste en una siega sostenible, con un número menor de cortes al año o, alternativamente, en el mantenimiento de islas o espacios de biodiversidad y de elementos del paisaje o elementos estructurales como muros o setos, en un porcentaje mínimo del 7 % de la superficie de pastos de siega de la explotación.
Práctica 3
Rotaciones en tierras de cultivo (con gestión sostenible de insumos en regadíos).
Se atenderá a una rotación de cultivos que comprenda, como regla general, el cambio de cultivo cada año de, al menos, el 40 % de la superficie de tierras de cultivos herbáceos acogidas a esta práctica.
Se podrá reducir ese porcentaje hasta el 25 %, por causas justificadas determinadas por la autoridad competente, en particular, cuando las especies plurianuales representen más del 25 % de la superficie o en caso de condiciones agroclimáticas adversas.
En el caso de explotaciones con menos de 10 hectáreas de superficie de cultivo, la práctica consistirá en una diversificación de, al menos, dos cultivos.
Práctica 4
Agricultura de conservación: siembra directa (con gestión sostenible de insumos en regadío).
Consiste en el mantenimiento de la cubierta vegetal del suelo durante todo el año mediante la supresión del laboreo, realizando la siembra sin alteración mecánica del suelo en al menos un 40 % de las tierras de cultivo de la explotación.
Práctica 5
Espacios de biodiversidad en tierras de cultivo y cultivos permanentes (con gestión sostenible de insumos en regadío).
En tierras de cultivo consiste en dejar un porcentaje de tierra sin cultivar adicional al 3 % de elementos no productivos exigido por aplicación de la condicionalidad.
En el caso de superficies de secano, el porcentaje adicional será del 7 % y, en el caso de superficies de regadío, el 4 %.
Además, en superficies de cultivos permanentes, en las que no se aplica el 3 % de superficies no productivas de la condicionalidad, el porcentaje de superficie para cumplir esta práctica será del 4 %.
Se establece una práctica específica adaptada a las características especiales del cultivo del arroz.
Práctica 6
Práctica de cubiertas vegetales espontáneas o sembradas en cultivos leñosos (con gestión sostenible de insumos en regadío).
Destinada a aquéllos que quieran mantener una cubierta vegetal espontánea o sembrada en las calles del cultivo, como alternativa al manejo convencional del suelo.
Práctica 7
Práctica de cubiertas vegetales inertes en cultivos leñosos (con gestión sostenible de insumos en regadío).
Esta práctica consiste en el depósito en el suelo del volumen de los restos de poda suficiente, una vez triturados.
El informe detalla que, en el caso de las prácticas que se realicen sobre superficies de regadío se introduce como requisito general llevar una gestión sostenible de insumos con el objetivo de promover la reducción del consumo y el uso más eficiente de agua, fertilizantes y fitosanitarios. EFEAGRO