Toda la comunidad agrícola europea vive con profundo pesar el desarrollo del conflicto en Ucrania. En las reuniones del Presidium del COPA-COGECA (las dos grandes organizaciones agrícolas europeas) todos los miembros expresaron su solidaridad con el pueblo ucraniano, especialmente con los agricultores y miembros de las cooperativas agrícolas, y anunciaron la puesta en marcha de acciones concretas en los próximos días y semanas siguiendo la evolución del conflicto.
Indican que “en tiempos de guerra, la seguridad alimentaria adquiere una importancia crítica, y por ello es esencial desde el principio tomar las medidas necesarias para garantizar que los suministros de alimentos continúen llegando a los más afectados en Ucrania”.
La desestabilización de Ucrania por la invasión rusa ya ha desencadenado importantes consecuencias globales. Los rusos y los ucranianos son exportadores agrícolas clave. Ucrania es el cuarto mayor proveedor de alimentos de la UE y proporciona una cuarta parte de los cereales y aceites vegetales, y casi la mitad de su maíz, advierten.
Para la comunidad agrícola de la UE, que ha demostrado un papel clave y resiliencia durante la pandemia, esta crisis se suma a los efectos de la Covid y a los fuertes incrementos de precios de todos los principales insumos agrícolas (energía, piensos, fertilizantes) en los últimos meses.
Desde el COPA-COGECA recuerdan que, para mantener una Europa fuerte y pacífica, la salvaguardia de la seguridad alimentaria y de las cadenas de suministro es fundamental.
“Esta es una lección que hemos aprendido, y que deberán tener en cuenta los responsables de la toma de decisiones de la UE, no solo centrarse en la resolución de los conflictos sino también analizar su impacto en los sectores económicos clave. La agricultura es un pilar central de nuestra autonomía estratégica, y la UE debe actuar con decisión y rapidez para preservarla”, finalizan.
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