Andalucía ha producido en lo que va de campaña un total de 1.151.731 toneladas de aceite de oliva en sus 868 almazaras y sigue marcando cifras récord con un total de salidas de 941.740 toneladas, mientras que las existencias alcanzan las 436.029.
Según los datos de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) sobre el avance de la situación de mercado de aceite de oliva a julio 2022, las 1.850 almazaras españolas han producido en la campaña un total de 1.487.391 toneladas, mientras que se han contabilizado 1.232.364 salidas y las existencias alcanzan las 512.103.
En Andalucía, líder absoluto del sector, la provincia de Jaén, con 330 almazaras, ha producido 499.796 toneladas durante la campaña 2021/2022 y ha registrado 411.259 salidas, mientras que acumula un total de 219.621 toneladas de existencias.
Seguidamente, en cuanto a la cantidad de aceite producido, las 192 almazaras de Córdoba han alcanzado las 299.554 toneladas, con 256.750 salidas y unas existencias de 99.847, mientras que Sevilla, con 91 almazaras, aporta 138.818 toneladas, 108.813 salidas y 43.411 existencias.
Granada, con 110 almazaras, ha producido 119.313 toneladas, registra 90.426 salidas y cuenta con 46.644 en existencias, las 78 de Málaga logran 57.406 toneladas, 43.059 salidas y 18.594 existencias, mientras que las 30 de Almería contabilizan 13.460 toneladas de producción, 11.459 salidas y 2.536 en existencias.
Finalmente, las 21 almazaras de Huelva han producido en lo que va de año un total de 12.263 toneladas de aceite de oliva y registran 11.059 de salidas para acumular 2.168 en existencias, mientras que las de Cádiz suman 11.117 en producción, 8.912 en salidas y 3.204 en existencias.
La patronal agraria Asaja ha señalado en una nota que con este ritmo de salidas y estando «a apenas tres meses para el comienzo de la nueva campaña de recolección», se prevé que el enlace de campaña sea «corto y esto favorezca los precios en origen».
En cuanto a la previsión de cosecha para la campaña 2022-2023, aunque «aún es prematuro avanzar una estimación», existe «preocupación» en el sector por los «efectos de la sequía» y por las olas de calor.
«La sequía ha hecho que los árboles de secano no se encuentren en un buen estado vegetativo, y que los olivares de riego no hayan recibido el agua necesaria», mientras que las olas de calor, especialmente la de finales de mayo, «se llevó mucha de la flor del olivo en muchas zonas, lo cual provocará sin duda una importante disminución de cosecha a los olivares afectados», añade la patronal.
Asimismo, los agricultores advierten de la «brutal subida de costes de producción» que «reducirá notablemente la rentabilidad de las explotaciones», mientras que el consumo mundial «estará por encima de la producción» y ello «debe verse reflejado de forma positiva en los precios».
Campaña mala de aceituna
Desde UPA Andalucía, Cristóbal Cano advierte de que “aunque todavía es pronto, las perspectivas de producción de cosecha de aceite de oliva no son buenas por la situación estructural de sequía que estamos padeciendo, las restricciones en el regadío y por los continuados golpes de calor que estamos registrando, con temperaturas superiores a los 40 grados. De continuar esta tendencia y de no llover en al comienzo del otoño, en el mes de septiembre, mucho me temo que tendremos una campaña mala porque numerosas zonas de Andalucía se encuentran prácticamente sin aceituna, y donde el riego está funcionando se puede comprobar que el fruto no lleva la evolución más deseable”.
