La subida de energía eléctrica, carburantes, abonos, productos fitosanitarios, semillas, etcétera ha incrementado notablemente en los últimos meses los costes finales de la siembra de cereales.
Esta situación está marcando la próxima campaña de siembra, pues pese al aumento del precio de los cereales los denominados inputs son muy cuantiosos y hacen a agricultores pensarse muy detalladamente la planificación agronómica de sus explotaciones.
El técnico Arturo Serrano Lárez ha cuantificado el incremento de estos costes, señalando que, de media, los costes de la siembra han aumentado un 125 %. Especifica que este dato corresponde 0,12€/kW a la subida de la energía y 0,18€/kW al tope del precio del gas.
Serrano destaca que el mayor incremento ha sido el de la electricidad, con un 516 %, seguido de el glifosato (82 %); gasóleo (67 %); fertilizantes (41 %); semillas de trigo (24 %) y semillas de cebada (21 %), correspondiendo los porcentajes a las diferencias de costes entre la campaña pasada y la actual.
En precios, el informe recoge que la semilla de cebada ha pasado de 520 €/tonelada en 2021 a 630 en 2022 y la de trigo de 525 a 650 euros/tonelada.
En el caso de los fertilizantes (7-14-7) el precio en un año ha pasado de 550 €/tonelada a 775 y el glifosato de 7,70 €/litro a 14.
En cuanto a la energía, el gasóleo se ha incrementado de 0,87 €/litro a 1,45 €/litro y la electricidad de 0,06 €/kW a 0,31 €/kW, lo que supone un 516 %.
