La Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha fija las bases de política agraria del futuro

Basada en dos grandes ejes

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El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, ha establecido los grandes ejes de trabajo que deben marcar los asuntos competentes de su departamento en la próxima legislatura.

En una entrada en su blog ‘Rural Siglo21″ consultada por Efe, el consejero, que sigue alejado de la actividad política por motivos médicos, ha establecido lo que, en su opinión, debe ser el proyecto de trabajo para los próximos años de su departamento.

En relación al sector agroalimentario, el consejero se marca como reto cinco ejes de actuación que deben ser prioritarios y ha reconocido que el relevo generacional es una de las líneas principales en las que ha basado su actividad como consejero en los últimos 7 años y medio.

«Es hora, ha dicho, de ahondar en lo que hemos hecho hasta ahora, aumentando la flexibilidad para que más jóvenes puedan incorporarse tanto a la agricultura y a la ganadería».

Otro de los retos será la lucha por la igualdad en el mundo rural, basándose para ello en el Estatuto de las Mujeres Rurales que ha facilitado ya que al menos el 40 % de las mujeres formen parte de las asociaciones u organizaciones profesionales, empresariales o de otra índole que operaran en el ámbito agrario.

Y ha comentado que ahora toca avanzar para que este requisito implique también a las empresas, por ejemplo, para recibir las ayudas del fomento de la calidad agroalimentaria.

La integración comercial para Castilla-La Mancha es clave y, por ello, apostará por contar con un sector agroalimentario «potente» que garantice las inversiones en el territorio.

«El futuro pasa por empresas fuertes capaces de competir en un mercado cada vez más complicado, y aquí será clave la apuesta por el compromiso con la integración comercial, especialmente entre las cooperativas», ha observado.

Regadío

También, que el regadío debe ser una apuesta de futuro para la región y ha abogado por invertir más en regadío y por la creación de comunidades de regantes que sean capaces de funcionar de forma autónoma y con planteamiento colectivo, que puedan beneficiarse de los fondos que se pondrán a su disposición en los próximos años.

En cuanto al desarrollo rural, entendido como diversificación de la actividad económica, ha comentado que será clave reforzar la autonomía de los Grupos de Desarrollo Rural (GDR). «Lo estamos haciendo ya y lo vamos a hacer más en esta nueva selección de grupos, que va a marcar la línea de trabajo para los próximos años en el nuevo periodo de programación 2023-2027».

«Hay que mantener el trabajo que se está haciendo, reforzar la autonomía y mejorar el efecto en la creación de empleo y en la verdadera diversificación de la actividad económica en el medio rural», ha ampliado.

Y ha añadido que la intención de la consejería es potenciar la figura del Emprendedor Rural, con medidas similares a las que existen para la incorporación de jóvenes a la agricultura y la ganadería.

Por último, en materia de agua, más allá del uso para regadío, Martínez ha contemplado que se debe trabajar para hacer más inversiones en su gestión diaria, por ejemplo, en cuanto al abastecimiento, «es necesario, y muy urgente, la mejora de las redes para aumentar la eficiencia del agua».

«Pero, también, aumentar la gestión de los municipios por parte de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha y desplegar todo el potencial de la tubería a la Llanura Manchega», ha reforzado, para en relación a la depuración subrayar que «debemos seguir aplicando el Plan de Depuración», que prevé la inversión de 600 millones de euros. EFEAGRO

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