¿Por qué no se ha actuado antes en la adaptación de los cultivos a la sequía?

Diversos expertos aportan sus opiniones

tractor campo

España ha mejorado sus sistemas de regadío y la eficiencia hídrica en la agricultura en los últimos años, pero aún tiene que avanzar en la planificación de los distintos usos del agua, en opinión de los expertos.

Distintos especialistas consultados por Efeagro han contestado a una pregunta que surge cada vez que el sector agrario español se ve en dificultades por las condiciones de sequía: ¿Por qué no se ha actuado antes en la adaptación de los cultivos?

-José Luis Gabriel (Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria o INIA)

«Sí se ha actuado, pero igual no con toda la confianza necesaria. Se ha mejorado el regadío y aumentado la superficie regable para poder mantener una agricultura rentable en muchas zonas. Se han implementado prácticas como el uso de cubiertas vegetales o la siembra directa, estudiado biofortificantes en plantas, ampliado la cobertura de los seguros agrarios y generalizando cultivos con menores necesidades de agua.

El problema es que todas estas medidas tienen que ser muy locales, es difícil generalizarlas y ninguna es efectiva al 100 % por sí misma. A eso se suma la variabilidad del clima, por lo que muchas veces el agricultor se ve solo ante el peligro y sin saber muy bien qué hacer».

-Carlos Hernández (Universidad Politécnica de Madrid)

«La planificación hidrológica se tiene que hacer con un horizonte temporal muy amplio y, sin embargo, nuestras inversiones son cada tres o cuatro años, lo que dura un periodo legislativo.

En los últimos años se han mejorado los regadíos, pero se necesita esa visión estructural a más largo plazo. Tenemos que revisar cómo se toman las decisiones de los órganos que aprueban los distintos usos del agua, ya sean para consumo, energía eléctrica o riego».

-Julián Martínez (Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias)

«Los efectos del cambio climático no son nuevos, pero se pueden agudizar. España es un país de sequías y lleva adaptándose desde principios del siglo XX, con planes de obras hidráulicas. La Agencia Española de Meteorología es vital para hacer predicciones.

No obstante, España necesita un plan hidrológico nacional que requiere de un pacto de Estado sobre el agua que no tenemos. Existen casi un millón de hectáreas sin modernizar y problemas para los regantes, asuntos en los que también se requiere consenso».

-Alejandro Benito (Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario o Imidra)

«España tiene la misma tecnología de regadío que Israel. El problema es que esto va a ir a más y es importante planificar qué cultivos poner en determinadas zonas. A lo mejor debemos abandonar más cultivos que consumen mucha agua por otros que consumen menos o rotarlos».

-Jaume Casadesús (Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias de Cataluña o IRTA)

«Quizás el cambio climático se nos ha presentado antes de lo que esperábamos. No estamos suficientemente preparados, entre otras cosas, porque aún no somos claramente conscientes de cuál será la nueva situación climática.

Las estadísticas, por ejemplo, hacían prever un invierno normal en Cataluña después del de 2022, pero 2023 ha continuado siendo un año seco también y las reservas han quedado muy apuradas».

-Daniel González (Universidad Internacional de La Rioja o UNIR)

«Se están tomando ahora medidas que no van a dar frutos hasta dentro de varios años porque hablamos de grandes obras de ingeniería y reestructuraciones. Las administraciones no han actuado porque los resultados se van a dar a medio largo plazo y mientras, a corto plazo, quizás algunas de estas decisiones les hagan perder apoyo público.

Quizás hay que replantearse si en zonas del sur o sureste español con muy poca lluvia son la mejor opción cultivos como el aguacate o algunos tropicales, que consumen mucha agua».

-María José Polo (Universidad de Córdoba)

«Sí se viene trabajando. Existen líneas de investigación consolidadas con resultados demostrados para adaptar el manejo de cultivos en regadío a una menor aportación de agua sin merma del rendimiento, en especies o variedades que admiten este riego deficitario. Se ha reducido el uso del agua mediante riego localizado, optimización de la aplicación de agua (automatización, contadores) y mejora de las redes de distribución de riego.

Sin embargo, este ahorro no ha traído una disminución del volumen global de agua consumido, ya que la superficie de regadío ha aumentado y se han extendido algunos cultivos de mayor rentabilidad que requieren mayor aporte de agua. La construcción de nuevos embalses desde la sequía de la década de 1990, que evitó situaciones de escasez en un primer periodo, no ha evitado la nueva escasez que sufrimos, ya que nuestro consumo total ha aumentado a la par».

-Vanessa Sánchez (Global Nature)

«Hemos llegado tarde en la mitigación y a lo mejor llegamos tarde también a la adaptación. Adaptar la agricultura y la planificación hidrológica va todo unido. Creo que falta coordinación en un tema complicado en el que no hay una solución o verdad absoluta.

La sequía es una realidad histórica del clima mediterráneo, pero los datos nos dicen que cada vez es más recurrente e intensa, por lo que no podemos seguir actuando a golpe de emergencias». Belén Delgado (EFEAGRO).

 

 

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